pamplona - Miasa, fabricante de horquillas para cajas de cambios del sector de la automoción, anunció esta semana al comité la puesta en marcha de un plan industrial (2018-2020) para atajar la ausencia de adjudicación de proyectos y la reducción de un 34% de la facturación en los últimos años -sin especificar cuántos-, explicó la empresa en una nota. El plan también contempla la ejecución de despidos por la falta de carga de trabajo en la sección de mecanizado, actualmente regulada con un expediente de suspensión temporal hasta el 31 de diciembre. La dirección comunicó ayer al comité, compuesto por tres delegados de LAB, tres de CCOO, uno de ELA y dos independientes, de la apertura del periodo de consultas de un ERE de extinción el lunes 19 de noviembre, sin aclarar a cuántos trabajadores va a afectar ni las causas. Sin embargo, como mínimo la dirección planteará despedir a doce personas, ya que la legislación laboral exige que la herramienta del ERE solo se use si se va a recortar como mínimo un 10% de la plantilla. La factoría de Landaben suma 127 profesionales, por lo que ese 10% perjudicaría, por lo menos, a doce asalariados.

La nota de la empresa, enviada a los medios, especificó que “el escenario a corto y medio plazo de Miasa Pamplona, según el análisis de diversos expertos, prevé una falta de carga de pedidos en la sección de mecanizado, situación que exige una adecuación del número de trabajadores”. Por eso, el ERE se aplicaría a este departamento, en el que ahora ocho de sus operarios sufren un ERTE desde este verano hasta el 31 de diciembre.

El comité rechazó el planteamiento adoptado por la empresa. LAB denunció que se trata de “una decisión empresarial y no de una medida para solventar la falta de proyectos, ya que de manera unilateral está deslocalizando la sección de mecanizado al enviar trabajos nuevos a otras plantas, como a la de Zuera (Aragón), en peores condiciones laborales”. CCOO remarcó que no considera como plan industrial “lo presentado por la empresa, ya que falta información”. ELA criticó “la mala gestión de la dirección, que de su aventura en China solo ha traído un agujero de un millón de euros que se va a tener que incluir en el balance de pérdidas”.

El plan de Miasa Pamplona incluye acciones de mejora de competitividad, inversión en capacitación y formación de personal y desarrollo de nuevos procesos productivos de alto valor añadido.

Cinco millones invertidos. Miasa Pamplona ha invertido más de cinco millones desde 2015 en tecnología. Este desembolso “ha tenido buenos resultados en la sección de fundición pero no en la de mecanizado”, señaló la empresa.

Competitivos por costes. Miasa explicó que deben disminuir sus costes para competir con fabricantes de China, Rumanía o Turquía.

Los tres ejes del plan. Digitalización de procesos productivos, diversificación del producto y la internacionalización de la planta.

Pacto de empresa sin renovar. ELA recordó que el pacto de empresa no se ha renovado todavía y que la ultraactividad concluye el 31 de diciembre. Pasada esa fecha, la plantilla mantendría las condiciones laborales como derechos adquiridos, pero no así las nuevas incorporaciones.

Fundada en 1968. Miasa tiene plantas en Pamplona, en Zuera (Aragón) y en Indiana (EEUU).