pamplona - El presidente de Volkswagen Group España Distribución, Francisco Pérez Botello, aseguró ayer que la planta de Volkswagen en Landaben afrontará 2019 de una manera “más estable”, después de la escasez de motores generada por la entrada en vigor del nuevo ciclo de homologación WLTP, el 1 de septiembre del año pasado.

El directivo, en un encuentro con la prensa, explicó que el centro de Landaben tuvo que parar varios días el año pasado, a causa de la escasez de motores homologados con el nuevo ciclo WLTP. Así, indicó que el grupo Volkswagen se tuvo que enfrentar a una mayor dificultad para asumir esta homologación, debido a la complejidad de su gama de producto. Así, señaló que los organismos de homologación estaban saturados ante el aluvión de petición por parte de los diferentes fabricantes de automóviles. No obstante, al haberse superado esta situación, se mostró confiado en que 2019 será “más tranquilo” que el año pasado.

El directivo destacó que en España ya se ha revisado el 80% del total de vehículos afectados por el caso del software que alteraba las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) en algunos vehículos diésel. Así, apuntó que las cifras están “muy por encima” de lo que se suele registrar una campaña de revisión obligatoria y que está en línea con la media del resto de países europeos, al tiempo que indicó que la totalidad de los clientes han sido contactados por la marca.

Pérez Botello destacó que el automóvil se encuentra inmerso en un proceso de cambio y abogó por que se lleve a cabo una “transición ordenada” hacia las nuevas formas de movilidad, sin impulsar una tecnología por encima de otras y dando un marco temporal realista a los fabricantes para cumplir con las exigencias en materia de emisiones. “Defendemos que se aplique la ciencia y no la cienciología”, aseguró, en relación con la intención del Gobierno español de prohibir la venta de vehículos de combustión en 2040, al tiempo que subrayó que el automóvil es parte de la solución y no del problema.

En este sentido, abogó por la puesta en marcha de un plan estructural del automóvil en España, acordado entre sector y Gobierno, que favorezca la transformación de la industria y que permita a España seguir liderando la producción europea.

Así, apuntó que los centros de decisión de los fabricantes están fuera de España y afirmó que, en una primera oleada, se adjudicará la fabricación de los vehículos eléctricos a los centros de sus países, aunque subrayó que las factorías españolas podrían optar a una segunda oleada de modelos electrificados.

No obstante, Pérez Botello explicó que para optar a estos modelos eléctricos, los centros españoles deberán seguir siendo competitivos en la fabricación de vehículos de combustión. “Hay que mantener la presencia industrial, es un proyecto de país”, subrayó. - D.N.