El otro día, algunos medios titulaban que Sedena estaba en contra de la huelga que estaba realizando su plantilla. Que la hubiera apoyado sí que habría sido noticia.

Se hacían eco así de un comunicado en el que Sedena (empresa que gestiona Civivox, Civican, Casa de la Juventud, Biblioteca y Archivo General, centros cívicos de Tudela, etcétera) daba a entender que la huelga era algo parecido a un capricho de los trabajadores y trabajadoras. Si la huelga es inapropiada como ellos dicen... ¿por qué se ha secundado masivamente? Sedena debería entender el éxito de la huelga como un indicador muy evidente del descontento de la práctica totalidad del personal adjunto a los centros de cultura y juventud, incluido también el personal de limpieza. Y Sedena debería actuar en consecuencia, sentándose a negociar de verdad las condiciones de trabajo. La gente se ha cansado de buenas palabras y exige hechos concretos.

Dice Sedena que cumple “escrupulosamente” las obligaciones del convenio estatal de ocio educativo y animación socio cultural. Lo que no dice es que este convenio es una auténtica vergüenza y establece unos salarios de miseria por debajo del SMI en algunas categorías (852,12 euros brutos al mes un recepcionista o 941,82 euros el salario de un informador, por citar solo dos ejemplos). Cuando las personas usuarias de estos centros -cerrados durante la huelga- conocen estos datos, comprenden rápidamente los motivos de los trabajadores y trabajadoras, aunque ello les suponga no poder realizar sus actividades durante unos días.

Es cierto que Sedena paga con carácter general salarios por encima del convenio, pero ese no es el debate. El debate es si Sedena está pagando salarios suficientes. Y su plantilla, que ha secundado mayoritariamente estos tres días de huelga, tiene claro que no.

ELA quiere un convenio sectorial para Navarra y que se dignifiquen las condiciones de un sector muy castigado laboralmente. Pero mientras tanto, seguiremos exigiendo que se mejoren las condiciones de trabajo en Sedena y seguiremos movilizándonos si fuese necesario.

Mención aparte merece la situación del personal de limpieza: 16 personas, y solo una con jornada completa (un privilegio al alcance de muy pocas personas en Sedena). La empresa plantea el recorte de las jornadas y salarios de este personal entre un 5% y un 19% alegando que lo impone el Ayuntamiento de Pamplona. Ahora ha retirado este planteamiento, pero solo porque hay una impugnación pendiente de alguna de las empresas que concursaron, y por ello se ha paralizado el proceso de adjudicación. Pero sabemos que cuando este se resuelva, Sedena volverá a la carga.

Y el personal de limpieza ha tomado una decisión muy clara: ese recorte no va a ser a su costa. Están peleando para lograrlo y van a seguir haciéndolo. Así de sencillo. Pese a quien le pese.

Porque no entendemos cómo se justifica recortar un servicio que sigue teniendo los mismos espacios de limpieza, y en el que además se han ampliado los horarios y el volumen de actividades.

Por ello, solicitamos hace más de dos semanas una reunión al Ayuntamiento de Pamplona, reunión que el concejal del área nos ha negado, alegando que no es su problema.

Los servicios públicos se subcontratan al mejor postor, y lo que pase después no interesa a los señores y señoras concejalas. Eso sí, mientras el personal no decida ir a la huelga, porque entonces pasan a convertirse en servicios esenciales. En estos tres días de huelga no han dudado en forzar la puerta del civivox de Mendillorri, cerrado por la huelga de quienes abren, atienden y limpian ese civivox el resto del año. Alguien deberá sumir responsabilidades políticas si la Inspección de Trabajo entiende que se ha producido una sustitución ilegal de trabajadores en huelga, una infracción calificada como muy grave en el ordenamiento laboral.

Y alguien deberá, además, hacerse mirar lo de no reunirse con los trabajadores y representantes de servicios de los que el Ayuntamiento es el responsable último. Y el que paga. No es presentable ni democrático, aunque desgraciadamente no nos sorprende. Son las mismas formas que ya soportamos en la anterior etapa del actual alcalde de Iruña.

En esta huelga, quien sí ha demostrado estar a la altura es la plantilla de Sedena. Desde ELA queremos felicitar a las personas que estos tres días han secundado la huelga y han estado en la calle, en los piquetes y concentraciones, siempre con el ánimo y las ganas de pelea a tope. La lucha es el camino y en esa lucha vamos a seguir hasta lograr nuestros objetivos.ELA-Zerbitzuak