ESTRASBURGO. El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, dijo este martes que varios países de la Unión Europea intentaron evitar que el Ejecutivo comunitario interviniese en la resolución de la crisis griega y que con frecuencia se "pisoteó" la dignidad del pueblo heleno.

"Se quiso impedir a la Comisión actuar en favor de Grecia", dijo Juncker ante la Eurocámara en su discurso de despedida tras cinco años al frente del Ejecutivo comunitario, un mandato entre cuyos "éxitos" señaló la solución de la crisis griega.

El político luxemburgués recordó las "largas noches" con los Gobiernos griegos de Antonis Samarás y Alexis Tsipras "intentando resolver los problemas de los griegos y que "fueron numerosos los Gobiernos que no querían que la CE se ocupase".

"Me acordaré siempre de las llamadas de varios primeros ministros que me dijeron: 'ocúpate de tus asuntos, que es asunto de los Estados ocuparse del problema de Grecia'", afirmó Juncker sin nombrar países.

"Sin embargo yo tenía la impresión ingenua de que debíamos respetar el Tratado, que dice que la CE está a cargo del interés general de Europa. ¡Era del interés general de Europa evitar la descomposición de la eurozona y teníamos razón de hacer lo que hicimos!", añadió desatando los aplausos del hemiciclo.

El presidente saliente de la Comisión aseguró que "con demasiada frecuencia y durante demasiado tiempo hemos pisoteado la dignidad del pueblo griego" y que su Ejecutivo quiso "devolver a Grecia la dignidad que conviene darle".

"Hablo de Grecia porque me ha ocupado y preocupado mucho", afirmó Juncker sobre la profunda crisis económica helena que salió a la luz con la crisis financiera mundial en 2008 y obligó al país a solicitar, desde 2010, tres rescates a sus socios europeos.

Hoy Grecia ha salido de sus programas de asistencia y recuperado el acceso a los mercados financieros, aunque sigue afrontando problemas como una elevada deuda pública y la necesidad de continuar con las reformas estructurales que se le exigieron.

En la negociación de los rescates, países como Alemania, Holanda y los nórdicos fueron de los más estrictos a la hora de imponer condiciones a Atenas a cambio de la ayuda comunitaria.