irurtzun - La mayoría de la plantilla de producción de la empresa Hydro Extrusion de Irurtzun, cerca de medio centenar de trabajadores y trabajadoras, realizó ayer una huelga de 24 horas para la equiparación de condiciones laborales. Era el sexto día de paros, que hasta ahora habían sido de entre una y cuatro horas. Continuarán en diciembre, con 32 horas en total, según se decidió ayer en asamblea. Asimismo, representantes del comité de huelga y del sindicato LAB trasladaron a la empresa sus reivindicaciones. La primera es la equiparación de salarios, con un acuerdo como punto de partida que contemple la reducción de la brecha salarial del 25% actual al 12,5%. También se reclama la consolidación de todos los conceptos no consolidables obtenidos hasta la fecha en los diferentes acuerdos y que se reconozcan las categorías conforme a las funciones que vienen desempeñando. Por último, se pide que no haya represalias sindicales respecto a los y las trabajadoras que han secundado la huelga. Por la tarde hubo una manifestación en la que participaron unas 150 personas.

“Nuestras reivindicaciones solo representan el 1% de los beneficios que ha obtenido la empresa desde 2014, año en que debían de haberse equiparado los salarios en la empresa”, destacaron desde el comité de huelga. Al respecto, explicaron que “en marzo de 2010, bajo la amenaza de subcontratación del almacén, la empresa impuso un acuerdo en el que se dividía a los trabajadores en dos grupos”. Por un lado, estaban los trabajadores que mantenían su salario de Hydro, en aquel entonces Sapa, y por otro, las personas que eran contratadas a partir de esa fecha, que pasaban a cobrar en función del convenio del metal de Navarra”.

Si bien la medida era hasta 2015, año en el que estaba prevista la equiparación de salarios, unos meses antes y en puertas de elecciones sindicales, la empresa alcanzó un acuerdo con el comité para prolongar dicho pacto de forma indefinida, según señalaron. “En pocos días la empresa no tenía mayoría suficiente con quien acordar una medida de semejante calado, ya que la mayoría resultante se había opuesto a dicha prolongación. Aquello se fraguó con nocturnidad y en contra de una mayoría”, abundaron. En la actualidad el comité está formado por 4 delegados de CCOO, 3 de LAB y 2 de UGT, con una plantilla que supera el centenar de empleados.

Por otro lado, incidían en que la medida se tomó para afrontar una situación de crisis generalizada, pero que la situación ha cambiado. “Desde 2014 la empresa ha tenido unos beneficios de alrededor de 20 millones. En el último balance correspondiente a 2018 son de 5.260.000 euros, beneficios que se han cosechado gracias al sudor y la pérdida de derechos de la plantilla”, aseguraron.

Al respecto, destacaron “alta eventualidad y ETT” y que los trabajadores contratados a partir de 2009 cobran entre un 22% y 25% menos que el resto en la misma categoría. “Descontando la antigüedad, en 2012 perdimos derechos sociales por un valor de 3.122 euros por persona al año y trabajamos tres días por encima del convenio de Navarra”. De igual modo, incidieron en que existen trabajadores en la plantilla que no alcanzan los 1.200 euros de salario y cobran 500 euros menos de lo que cobrarían en otras condiciones.