La gran banca afronta nuevos recortes de personal que afectarán a Navarra, donde decenas de empleos se encuentran en estos momentos en el aire. El anuncio efectuado hace unos días por Santander y el inicio de conversaciones entre BBVA y Sabadell para que el primero absorba al segundo, han puesto en guardia a los trabajadores y a los sindicatos, que temen una nueva oleada de salidas y prejubilaciones.

No hay todavía cifras detalladas de impacto en el empleo. Ni siquiera se ha confirmado que BBVA vaya a quedarse con la entidad catalana -ayer Carlos Torres, presidente de la entidad, enfriaba un tanto la posibilidad-, pero todo hace indicar que en las próximas semanas se sucederán las noticias: las juntas de accionistas aprobarán la integración de Bankia en CaixaBank, Santander dará forma al ERE y BBVA y Sabadell unirán previsiblemente sus caminos. Si se mantiene la tónica de las últimas operaciones del sector, decenas de empleos, seguramente cerca de un centenar, quedarán por el camino.

En estos momentos, BBVA y Sabadell suman 40 oficinas en la Comunidad Foral. 28 pertenecen a la red del banco vizcaíno, que cuenta con unos 140 trabajadores en plantilla; y 15 a la de Sabadell, con unos 75 trabajadores. Una vez que la compra se confirme, BBVA iniciará el estudio detallado de cada una de las oficinas, pero, a la luz de operaciones anteriores, lo más probable es que la red conjunta no rebase las 30 sucursales y la plantilla final quede en 150 ó 160 personas.

El mayor impacto de esta operación se prevé, en cualquier caso, en Catalunya. "Allí están los servicios centrales y hay que recordar que BBVA se quedó con la red de las cajas catalanas", explica Iosu Ros, responsable del área de banca en Comisiones Obreras. En toda España, según publicaba ayer Cinco Días, se prevé un recorte de 1.250 oficinas y unos 6.000 empleos.

El caso de Bankia y CaixaBank es más sencillo. La entidad de origen madrileño aporta apenas una red de tres oficinas y quince personas, una cantidad fácilmente digerible por CaixaBank, la entidad líder en el mercado bancario de Navarra. El recorte de persona no debería ser muy superior a la cifra, que no a las personas. que aporte Bankia.

Y, finalmente, el ERE de Santander, que supondrá un recorte de 5.090 puestos de trabajo y el cierre de unas 1.000 oficinas. Supondría prescindir del 15% de una plantilla que en Navarra alcanza las 225 personas en 44 oficinas. Despedir al 15% supondría prescindir de unas 30 personas.