La brecha salarial es un "problema estructural" que, en el conjunto de Navarra y Euskadi, se traduce en que el salario de las mujeres es un 29,4 % más bajo que el de los hombres, una desigualdad que se extiende también a las pensiones de menor cuantía que ellas perciben y a sus condiciones laborales, con tasas superiores tanto de temporalidad como de parcialidad.

Son datos del informe "Situación general de los sectores feminizados en el empleo de Hego Euskal Herria" que este jueves ha presentado el sindicato LAB en rueda de prensa.

En 2018, el salario bruto medio de los hombres fue de 31.417 euros anuales, frente a los 24.278 de las mujeres, una diferencia de 7.139 euros al año, que se viene repitiendo, en valores similares, desde 2008.

El estudio parte de la premisa de que la brecha salarial "es consecuencia de la división sexual del trabajo", esto es, que hay una diferencia entre los empleos que realizan los hombres y los que desempeñan las mujeres, a los que se otorga un menor valor económico, político y social.

"Hemos querido indagar, investigar y analizar para poder dar una fotografía más exacta y precisa de la situación de las mujeres en sectores feminizados cuando decimos que están peor", ha señalado la secretaria feminista de LAB, Eli Etxebarria, quien ha añadido que "peor es una palabra que esconde muchas realidades y el objeto de este estudio es empezar a desvelarlas".

Etxebarria ha presentado el informe junto a la responsable de análisis de la Fundación Ipar Hegoa, Oihana Lopetegui, quien ha destacado "la conclusión más novedosa del estudio": en dichos sectores feminizados, la mayoría de trabajadoras o categorías laborales están por debajo de la propuesta de LAB de 2021 de "salario mínimo para vivir dignamente" (1.400 euros brutos al mes).

De los 183 convenios de Navarra y Euskadi analizados, sólo 23 tenían todas sus categorías por encima de dicha cuantía, y de las 2.300 categorías estudiadas, algo más de la mitad (1.200) tienen un salario inferior a 1.400 euros.

En los sectores feminizados, el porcentaje aumenta: el sueldo del 71,4 % de las 840 categorías de los 45 convenios observados está por debajo de esos 1.400 euros brutos al mes.

El estudio señala que los sectores feminizados más precarios son los relacionados con el cuidado. Por ejemplo, las trabajadoras en residencias para personas mayores pueden llegar a cobrar 900 euros brutos mensuales a jornada completa en función de la provincia en que desempeñan su labor.

Peluquerías, comercios de alimentación, del calzado o textil, limpieza de edificios y locales o grandes almacenes presentan también un alto porcentaje de categorías con salarios menores de 1.400 euros.

Además, del total de trabajadores vascos que nunca han regulado sus condiciones laborales a través de un convenio, tres de cada cuatro son mujeres, la mayoría de ellas empleadas del hogar.

Otros datos de desigualdad que arroja el estudio de LAB se centran en la tasa de temporalidad en mujeres, ocho puntos superior a la de los hombres (27,2 % frente a 19,3 %) y la de parcialidad, que se sitúa 20 puntos por encima (26 % frente a 5,8 %).

En cuanto a las pensiones, los hombres perciben cuantías un 68,4 % más elevadas que sus compañeras, y el 55 % de las prestaciones que reciben las mujeres están por debajo del límite del riesgo de pobreza.

"Los datos expuestos nos muestran cómo las precarias condiciones laborales de los sectores feminizados se han cronificado", ha resaltado la secretaria feminista de LAB, para quien, además, la subcontratación y privatización de algunos servicios públicos, como las residencias de mayores o la ayuda domiciliaria están incidiendo en la precarización de las trabajadoras y contribuyendo al negocio "desviando dinero público a empresas privadas".

Etxebarria ha incidido en que "publificar estos servicios es una solución para garantizar su reconocimiento y para acabar con la actual precariedad de las condiciones laborales de las trabajadoras de estos sectores. Nos parece que es una solución viable, clara y, si hay apuesta política, muy posible de llevar a cabo", ha concluido.