- España ha pasado de ser uno de los alumnos más aplicados en la recuperación a ser el último de la clase en apenas cuatro meses, el tiempo que ha transcurrido desde que la Comisión Europea presentó su informe económico de verano hasta el estudio de otoño. Bruselas anunció ayer una rebaja de 1,6 puntos su previsión de crecimiento de España este año. Según sus cálculos, el PIB del Estado avanzará un 4,6% este ejercicio y un 5,5% el próximo. En el caso de 2022 la corrección, también a la baja, es de ocho décimas.

Más allá del ajuste en las estimaciones, que la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, enmarcó dentro del “carrusel” de revisiones que generan las situaciones de incertidumbre como la actual, lo cierto es que el tramo final del año se le está atragantando al tejido productivo del Estado. Hasta el punto de que España, que en julio era el país que iba a liderar en Europa el crecimiento de la economía este año, se situará finalmente por debajo de la media de la UE.

Y es que la evolución del conjunto de la UE y el euro está siendo más sólida de lo previsto. Todo lo contrario de lo que ocurre en el Estado. De hecho, la Comisión ha elevado hasta el 5%, dos décimas más, la estimación de avance de la economía comunitaria este curso. En cambio rebaja hasta el 4,3% la cifra de 2022.

Estos datos contrastan con el optimismo del Gobierno español, que en su último cuadro macroeconómico, la base de los Presupuestos, contempla una subida del PIB del 6,5% este año y una expansión que alcance el 7% un año después. Lo cierto es que España será el único país de la Unión Europea cuyo PIB no habrá recuperado todavía el nivel previo a la crisis de la pandemia una vez finalice 2022 y se sitúa a la cola del bloque en la recuperación. El conjunto de la Eurozona recobrará el terreno perdido por el covid este mismo año.

La economía española crecerá menos de lo previsto por los problemas en las cadenas de suministros de las empresas, las tensiones inflacionistas y la presión que sigue ejerciendo el covid en algunas actividades productivas. La pandemia también resta oxígeno a la actividad económica en el exterior debido a las desigualdades de los ritmos de vacunación en los mercados destino de las empresas.

Con todo Bruselas estima que la recuperación “está ganando tracción” tras el desplome provocado por la pandemia gracias al consumo privado y los fondos europeos. Bruselas estima además que el déficit público se reducirá desde el 11% que marcó en 2020 hasta el 8,1% este año, una cota cinco décimas mayor que en sus últimas previsiones, y hasta el 5,2% en 2022, sin cambios con respecto al cálculo previo.

La Comisión espera, por otra parte, que los precios de la energía se mantengan en niveles “récord” hasta el segundo trimestre de 2022 pese a las medidas adoptadas por el Gobierno para contenerlos, lo que sumado a la indexación de las pensiones conforme al IPC presionará al alza los precios.

La tasa de inflación subirá este año al 2,8%, se moderará hasta el 2,2% el próximo y caerá al 0,7% en 2023, aunque Bruselas apunta que el estancamiento del mercado de trabajo debería ayudar a contener los salarios, evitando los efectos de segunda ronda (que el aumento de la inflación lleve a un incremento de sueldos que eleve aún más los precios).

Precisamente en relación a la inflación, la ministra Nadia Calviño afirmó que, aunque se trate de un problema “importante” tanto para los bolsillos de los ciudadanos como para la competitividad de las empresas, a su juicio, es un fenómeno que será transitorio por su propia naturaleza.

Cuestionado también por la revisión de las previsiones, el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, avanzó que en noviembre volverá a crecer con “fuerza” la afiliación y que en los “próximos meses” prácticamente no van a quedar trabajadores en ERTE. Mensajes optimistas desde el Gobierno después de un jarro de agua fría sobre sus cálculos.

4,6%

La Comisión Europea rebajó ayer sus previsiones de crecimiento para la economía española, situándola en el 4,6% este año (un 1,6% menos) y en el 5,5% el próximo (0,8%). La última proyección del Gobierno central apunta a un repunte del 6,5% este curso y del 7% el que viene.

5,5%

En cambio, Bruselas elevó dos décimas el crecimiento previsto para la Unión Europea, hasta el 5,5% este año, y calcula un 4,3% para 2022. Se da la circunstancia de que, con la anterior estimación para el Estado (6,2%), la economía española iba a ser la que más creciera este año. Ahora se queda por debajo de la media.