El alza de los alimentos, que cualquiera que haya acudido estos días al supermercado habrá comprado, no se limita a los productos navideños. También el pan ha subido en las últimas semanas como consecuencia del alza del trigo en los mercados internacionales y de un gasto energético disparado en las empresas.

En Navarra, dos empresas compiten en muchos casos frente a frente en la venta al detalle del pan. Ogi Berri ya subió su barra a comienzos de noviembre en cinco céntimos de 1,20 a 1,25 euros). Y hoy ha sido Taberna, propiedad ahora del grupo inversor Monbake, quien concretó un alza del 9%, al encarecer su barra básica de 1,10 a 1,20 euros. Este incremento, de apenas tres euros al mes para una familia que consuma una barra de pan al día, se une al que están registrando la ternera, el cordero e incluso el pollo y el cerdo. Como consecuencia del incremento en los piensos, la carne es uno de los productos que más está subiendo.

Todo ello se deja sentir en una inflación que lleva camino de terminar el año cerca del 6%, en su punto más alto de las tres últimas décadas y que ha estrangulado la capacidad adquisitiva de unos sueldos ya golpeados por la anterior crisis. De hecho, en lo que va de 2021, los salarios han perdido en Navarra 3,64 puntos de poder adquisitivo, la mayor caída desde 2012. "Este descenso ha provocado que desde la gran crisis iniciada en 2008 el poder adquisitivo de los salarios haya caído 5,12 puntos en nuestra Comunidad", explica Jesús Santos, secretario general de UGT.

El sindicato ha elaborado un informe en el que analiza el comportamiento de sueldos y precios en los últimos años y concluye que en siete de los últimos 14 ejercicios los precios han crecido más que los salarios medios. "La devaluación salarial ha sido un objetivo buscado", explica el sindicato ue la mejora real de los salarios será para el sindicato "un elemento esencial para la negociación de los convenios colectivos" en 2022 y exigirá la inclusión de cláusulas de revisión salarial en todos los convenios colectivos, acompañando a los incrementos salariales que se pacten, como única garantía de mantenimiento del poder de compra de los trabajadores". Además, reclamará un salario mínimo de convenio de 1.100 euros.

Según el informe de UGT, el análisis de la evolución del poder adquisitivo en el periodo que se inicia con la gran crisis de 2008 pone de manifiesto "el papel fundamental que ha jugado la reforma laboral de 2012 en la devaluación de los salarios, que era, junto a la precarización del mercado de trabajo, uno de los objetivos buscados por el nuevo marco legal impuesto por el Gobierno del PP, en aplicación de las erróneas políticas austericidas de recortes laborales y sociales impulsados por la Unión Europea".