La empresa de convertidores eléctricos Ingeteam prevé crear mil empleos en los próximos tres años (200 de ellos en Navarra), dentro de un plan estratégico 2022-2024 en el que aspira a subir su facturación un 44 por ciento, hasta los 965 millones de euros..

La firma vizcaína cuenta en estos momentos con unos 578 empleos en Navarra, de los que unos 300 están en Sarriguren y otros 270 en su planta de Sesma.

La presidenta de Ingeteam, Teresa Madariaga, y el consejero delegado (CEO) de la compañía, Adolfo Rebollo, han presentado este jueves en su sede de Zamudio (Bizkaia) este plan para tres años, que mantienen a pesar de la guerra en Ucrania.

En 2021, unos 675 millones de facturación

La firma, que no cotiza en bolsa ni tiene intenciones de hacerlo, según han ratificado hoy, ha adelantado las cifras aproximadas del año pasado, aún no cerradas a la espera de auditoría.

Así, en 2021 logró unas ventas de 675 millones, un 6% más, y un beneficio neto de un 2% sobre ventas, unos 13 millones, aún por concretar, un resultado "modesto" pero del que se sienten orgullosos por el lastre de la pandemia y de la escasez de materias primas, que "faltan desde hace medio año", ha detallado Rebollo.

El objetivo de los próximos años es lograr un beneficio mínimo sostenido de un 5 % antes de impuestos.

Afronta su plan estratégico con una cartera de pedidos histórica, superior a los 800 millones de euros, y muy diversificada en sectores y geografías. Ingeteam fabrica convertidores de potencia para trenes -que hacen posible tomar la energía de la catenaria y propulsar los motores-, siderurgia, sector naval y energías.

Precisamente las renovables van a ser su principal mercado en los próximos años, un sector del que esperan el 70 por ciento de su crecimiento, fabricando convertidores para eólicas -que permiten a la turbina generar la energía que manda a la red-, centrales hidráulicas o plantas solares.

Crecimiento acelerado previsto

Rebollo ha opinado que con la descarbonización y la apuesta europea ya prevista por el hidrógeno verde las renovables crecerán de forma acelerada en los próximos años, un efecto que incrementará la guerra en Ucrania y la intención de dejar de depender del gas ruso.

"Me crea cargo de conciencia decirlo, porque la guerra es un desastre, pero podemos tener más negocio por la apuesta de la UE por la electrificación sostenible", ha admitido Rebollo.

La guerra no les afecta de manera directa, ya que menos del 1 por ciento de su facturación se daba en Rusia y su mayor presencia en la zona, con solo seis personas, está en Polonia, aunque padecen como todos por la escasez de materias primas y el pago de la energía.

El plan estratégico prevé una inversión de 210 millones de euros, de los que 140 irán destinados a I+D y los otros setenta a activos. Por ejemplo, invertirá en dos plantas fotovoltaicas para autoconsumo en los factorías de Beasain y Sesma, mejorará la planta de Milwaukee (EEUU) y construirá un nuevo laboratorio en Navarra.

También ha comprado el solar adjunto, de 4.000 metros cuadrados, a la planta de Ortuella, en previsión de su crecimiento futuro. Esta planta la adquirió a General Electric, que iba a cerrarla, y hoy opera con éxito y más de cien personas en plantilla.

Suma 4.075 personas en todo el mundo, -está en 24 países- y han sorteado la pandemia sin ERES. En los próximos tres años esperan sumar mil empleados más, de los que 250 estarán en el País Vasco.