La ratio de deuda sobre la renta bruta disponible de las familias descendió el año pasado casi 2 puntos porcentuales, hasta el 92% del PIB, si bien todavía se encuentra por encima del nivel de 2019; mientras que la de las empresas cayó en 4,3 puntos, hasta el 80% del PIB, según se desprende del informe sobre la ‘Evolución de los flujos y los balances financieros de los hogares y las empresas no financieras en 2021’ del Banco de España.

De acuerdo con las Cuentas Financieras de la Economía Española, en 2021 se fortaleció la situación patrimonial de los hogares y las sociedades no financieras. Los primeros, al contrario de lo ocurrido en 2020, aumentaron su saldo de deuda en forma de préstamos bancarios, principalmente en forma de crédito para adquisición de vivienda, en línea con el mayor dinamismo del mercado inmobiliario. Sin embargo, dado que la renta de las familias aumentó en mayor medida, su ratio de endeudamiento sobre la renta bruta disponible descendió 1,6 puntos porcentuales, hasta el 91,9%, si bien todavía se encuentra por encima del nivel de 2019.

En el caso de las empresas no financieras, en 2021 también se observó un descenso –de 4,3 puntos– en su ratio de deuda sobre el PIB, hasta el 80% del PIB, derivado en gran medida del avance del producto, ya que su deuda consolidada aumentó levemente.

Por lo que respecta a las decisiones de inversión en activos financieros, los hogares mantuvieron la tendencia de los últimos ejercicios, de avance de sus tenencias de depósitos bancarios y de participaciones en fondos de inversión, mientras que las empresas concedieron un volumen más elevado de financiación comercial, en línea con la recuperación de la actividad empresarial, y acumularon menos activos líquidos. La riqueza financiera bruta de los hogares aumentó un 7% en 2021, lo que representa un ascenso significativo con respecto al crecimiento del 3,9% del ejercicio precedente y al 5,6% del año 2019.