Los cambios profundos generan inquietud a quienes les afecta, sobre todo, si se eleva al grado de revolución. Cuando las personas deben salir de su área de confort –en la que han invertido años y dominan con resultados satisfactorios– para afrontar una realidad desconocida aparece el miedo. Un temor que debe combatirse con las fortalezas construidas para transformar las amenazas en oportunidades.

El sector de la automoción europeo ha iniciado una revolución tecnológica orientada a la electrificación de las factorías para fabricar vehículos eléctricos en detrimento de los de combustión, en línea con la política verde de la UE.

VW Navarra se encuentra en esta situación y ante el reto de la próxima década sus fortalezas deben ser las armas para mantener el objetivo final que persigue el comité en 2026: una planta para fabricar 350.000 coches, y con una plantilla de 4.800 trabajadores.

El Grupo germano ha comenzado su proyecto estratégico para la Península Ibérica, que engloba a Pamplona, Martorell y Palmela en Portugal –aunque esta última por el momento no cuenta con un proyecto eléctrico–.

56 segundos

¿Qué fortalezas ha forjado la factoría de Landaben durante décadas de actividad? Su productividad, calidad y rentabilidad. Cada empleado fabrica una media de 72 vehículos al año. La cadena saca un coche cada 56 segundos, y el proceso completo de fabricación con mano de obra directa suma 14 horas. Así, la calidad está puntuada en un 1,3. 

La cadena de VW Navarra saca un coche cada 56 segundos; y Martorell, cada 80 segundos

Si estos datos se comparan con Martorell, Pamplona gana. La plantilla de mano de obra directa en Seat requiere de 18 horas para fabricar los coches –cuatro más que Landaben–; cada minuto y 20 segundos sale un modelo de la cadena –24 segundos más–; y su rango de calidad empeora al 1,4. Esa diferencia de 0,1 supone un incremento importante de reclamaciones sobre los vehículos de Seat en relación a los que puede tener VW Navarra.

Plantilla envejecida

¿Qué debilidades presenta la factoría de Landaben en este proceso de transformación? El envejecimiento de la plantilla; la expiración de la vigencia del mecanismo de jubilación parcial mediante contrato relevo el 31 de diciembre de 2022 en la industria manufacturera como herramienta para conservar el empleo con personal joven; la inestabilidad en la dirección de la planta desde el año pasado con la salida inesperada de Emilio Sáenz y los cambios recientes en puestos estratégicos como la Dirección de Ingeniería de Planificación.

VW Navarra invierte 14 horas para la fabricación completa de un vehículo con mano de obra directa; y Seat, 18

El plan ibérico

¿Cuáles son las amenazas? El papel que está dotando el Grupo a Seat en este proceso con el anuncio en junio del nombramiento del presidente de VWNavarra, Markus Haupt, como vicepresidente de Producción y Logística de Seat desde donde se encargará del proyecto en la Península Ibérica;la posible pérdida de autonomía de la fábrica navarra en favor de Martorell en la toma de decisiones y capacidad negociadora con la parte social; la construcción de la fábrica de baterías en Sagunto –a tres horas de Seat y a cuatro horas y media de VW Navarra–; la posible disminución del programa por debajo de los 350.000 coches; y el excedente de plantilla si se fijan producciones menores.

Los acuerdos del segundo y tercer modelo, T-Cross y Taigo, y del noveno convenio colectivo (2018-2023) en VW Navarra recogen las cifras productivas en Landaben con el compromiso de la dirección de elevar el programa anual entre las 340.000 y 350.000 unidades, después de que la plantilla asumiera el esfuerzo de incrementar de 1.408 a 1.438 coches la capacidad de producción diaria. 

Proyecto industrial sólido

¿Y qué oportunidades ofrece la electrificación para VW Navarra? Asegurar un proyecto industrial clave del que depende su parque de proveedores, con su consiguiente repercusión en la economía foral; conservar la empleabilidad actual de la planta con programaciones de 350.000 coches garantizando esta producción con el trabajo conjunto de VW Navarra, comité, proveedores y Gobierno foral al poner en valor sus fortalezas; disponer de una nueva vía de tren, en la que el Ejecutivo invertirá 40 millones, para permitir ampliar las instalaciones; el reciclaje de trabajadores hacia tareas diferentes y crear puestos vinculados a nuevas profesiones relacionadas con el vehículo eléctrico.

Incertidumbre

Las previsiones de producción del Grupo para Pamplona y para Martorell –con la desaparición de la marca Seat y el asentamiento de Cupra– han sufrido vaivenes en doce meses.

En la última de junio de este año asignaban producciones por debajo de los 350.000 vehículos anuales de media a Navarra en la próxima década –para hacer dos SUV–. Cifra que no acepta el comité porque la compañía ha pactado en los últimos acuerdos esa capacidad productiva. Los sindicatos solo quieren que se cumpla lo firmado.

Además el documento del tercer modelo –que data de 2019 previo a la pandemia, a la aceleración de los procesos de electrificación y a los PERTE– ya recogía que la llegada del Taigo situaba a la planta de Landaben “como una alternativa favorable para ser un punto estratégico para la producción de vehículos eléctricos. Las estrategias de negocio de los grupos automovilísticos, especialmente del Consorcio de VW, están dirigidas hacia la electromovilidad. Por ello, se hace imprescindible ser partícipes de la estrategia del Consorcio VW sobre la electromovilidad, y este acuerdo contempla esta posibilidad”.

La parte social apela a este punto para demandar el papel de la planta de coprotagonista en el proyecto de vehículo eléctrico, ya que con la autonomía que ha ostentado durante décadas la factoría, esta ha logrado unos ratios de productividad, rentabilidad y calidad, que le han llevado a calificarla “como la joya de la corona” del Grupo, como así la definió Gunnar Kilian, miembro del Comité Ejecutivo de Volkswagen AG para RRHH y Truck & Bus el pasado jueves en la reunión con los comités de las plantas europeas en Pamplona.

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En ese encuentro, el Grupo anunció que las asignaciones de producción se postergaban a 2023 por la actual coyuntura.

Los actores implicados en este proceso –dirección, comité, proveedores y Gobierno– deben saber usar este aplazamiento para que el reparto de producciones asegure la empleabilidad de la fábrica. En esa distribución, la plantilla exige que el Grupo aplique las mismas reglas de juego para Martorell y Pamplona, basadas en la productividad, rentabilidad y calidad. Sigue la partida...