El teletrabajo en Navarra se encuentra en mínimos tras los picos que experimentó con la pandemia a principios de 2020. El 3,2% de las personas ocupadas en la Comunidad utiliza la modalidad remota más de la mitad de sus jornadas laborales, según se desprende de la última Encuesta de Población Activa (EPA), correspondiente al segundo trimestre de este año.

Navarra presenta la tasa de teletrabajo más baja de España, casi cuatro puntos por debajo de la media nacional. En números absolutos, 9.400 personas teletrabajan (un 54% por cuenta propia y un 46% por cuenta ajena). 

Las causas

Varias causas pueden explicar la menor implantación del modelo remoto en las empresas navarras respecto a otras comunidades autónomas: el mayor peso de la industria, que obliga a la mano de obra directa a desplazarse hasta el centro de trabajo para el desarrollo de su actividad; a veces determinadas compañías que en su plantilla conviven la mano de obra directa e indirecta no dan el paso de potenciar el modelo remoto porque solo aglutina a un número concreto de ocupados; y por la escasa distancia que existe entre los domicilios y los centros de trabajo en Pamplona y su Comarca.

Belén Hernández, integrante de la junta directiva de la Asociación de Dirección y Desarrollo de Personas (Aedipe) en Navarra-La Rioja, manifiesta que las propias características de los empleos en la Comunidad hacen que las personas no suelan demandar teletrabajar, motivo por el que las empresas tampoco se plantean instalarlo en esos casos.

Actualmente, unos 5.500 ocupados y 3.900 ocupadas en Navarra realizan su trabajo desde casa, cifra que ha disminuido de manera consecutiva en estos años desde el inicio de la pandemia. Entre abril y junio de 2020, 34.000 personas en la Comunidad teletrabajaron, y muchas de ellas de manera inesperada por el confinamiento. Sin embargo, ese número ha descendido un 72% en dos años.

El teletrabajo también ha bajado en todas las comunidades autónomas en estos dos ejercicios, pero Navarra se ha quedado como la que menos recurre a él.

El modelo híbrido

Hernández recuerda que tras la pandemia las organizaciones están asentando el modelo híbrido que combina la jornada presencial y remota. El estudio (Nuevas) formas de trabajar-9 tendencias en España, de Aedipe, resalta que “si esta opción suponía solo el 20% antes de la pandemia, la posibilidad de combinar las ventajas de ambas alternativas ha seducido a las empresas y a los trabajadores. De esta forma, si la presencialidad del 100% suponía el 76% previo a la pandemia, se verá reducida al 36%”, pronostica el estudio.

A más de 200 asociados

Una encuesta elaborada por Aedipe Navarra-La Rioja para conocer las tendencias de los responsables de Recursos Humanos en la Comunidad incluye el teletrabajo entre sus valoraciones desde 2018. “Hace dos años daban poca importancia a esta cuestión con un punto, pero en 2021 y en 2022 ha adquirido mayor interés entre los encuestados al otorgarle un dos”, explica Belén Hernández. Aedipe Navarra-La Rioja envía esta encuesta a sus más de 200 asociados y asociadas para saber cómo actuar ante las nuevas corrientes. De ahí la necesidad de que “contesten todos”, subraya Hernández.

La pandemia también favoreció la disminución de viajes y el aumento de encuentros on line. Esta práctica se ha mantenido, y ahora con la crisis energética e incremento de costes de producción, las empresas limitan los desplazamientos para favorecer el ahorro. De esta forma, estas reuniones se pueden hacer de manera telemática tanto desde los domicilios como desde los centros de trabajo.

El informe

Por su parte, Aedipe-España presentó este verano el estudio (Nuevas) formas de trabajar-9 tendencias en España, con la participación de más de 500 directores de RRHH, directores generales y CEO.

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Esas nueve corrientes son: incremento de la flexibilidad en los trabajos; consolidación del teletrabajo parcial; el rendimiento y la productividad se miden a través de la digitalización; tanto la innovación como la digitalización son las asignaturas pendientes para las organizaciones; las prioridades y estrategias de las grandes y pequeñas empresas varían; el talento y su retención, especialmente en algunos sectores, y dada la escasez de profesionales con altas capacitaciones, preocupa mucho a los departamentos de Recursos Humanos; los espacios de trabajo se transforman en colaborativos y sostenibles; la covid ha favorecido la implantación de medidas que favorecen el bienestar laboral; y surge una revolución en la organización interna con la supresión de la estructura por departamentos a favor de la gestión por proyectos.