La libra esterlina sigue bajando este miércoles en el mercado de divisas frente al dólar, el euro y el yen por la inquietud de los inversores ante el plan del Gobierno británico de fomentar el crecimiento mediante una gran reducción de impuestos sobre todo a las empresas y las rentas altas.

La moneda del Reino Unido caía después de las 12.00 GMT un 1,35 % frente al dólar, hasta 1,05 dólares, un 1,01 % ante el euro, hasta 1,10 euros, y un 1,31 % frente al yen, hasta 153,19 yenes.

El pasado lunes, la libra tocó su mínimo histórico frente a la divisa estadounidense al cotizar a 1,03 dólares en respuesta al programa fiscal anunciado por el Ejecutivo conservador el viernes anterior.

El Banco de Inglaterra ha anunciado este miércoles que hasta el 14 de octubre hará una compra extraordinaria de deuda pública británica a largo plazo para tratar de estabilizar ese mercado, particularmente afectado en la reacción a la estrategia económica gubernamental.

El banco, que mantiene su intención de subir los tipos de interés en su próxima reunión del 3 de noviembre, ha señalado que "si la disfunción en este mercado continuara o empeorara", con un incremento aún mayor de la prima de riesgo, "habría un riesgo material para la estabilidad financiera del Reino Unido".

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha criticado el plan fiscal del Reino Unido al considerar que es inadecuado en el actual contexto de alta inflación y porque "probablemente incrementará la desigualdad" social al favorecer a las rentas altas.

El FMI ha recomendado al Ejecutivo conservador de Liz Truss que aproveche una intervención prevista para el 23 de noviembre para "sopesar formas de brindar un apoyo más específico y reevaluar las medidas fiscales, especialmente aquellas que benefician a las personas con altos ingresos".

Los partidarios del proyecto de Truss aducen no obstante que el Gobierno acierta en considerar que la recesión es un mayor riesgo que la inflación y acusan al FMI de promover políticas económicas demasiado convencionales, al tiempo que consideran la depreciación de la libra un ajuste temporal.