El sector primario deberá digitalizarse entre 2023 y 2024 para acceder a las ayudas de la Política Agraria Común (PAC). Ante este reto, van a lanzarse cursos de formación para que el sector primario pueda cumplir con este objetivo. Así lo ha recordado Ignacio López García-Asenjo, director de Relaciones Internacionales de Asaja y experto en PAC, durante una jornada organizada por UAGN en Pamplona.

Con el título, La doble realidad de la nueva Política Agraria Comunitaria, decenas de personas agricultoras y ganaderas han asistido a este evento, en el que Ignacio López García-Asenjo ha reiterado que “todo el mundo va a tener que llevar un cuaderno de explotación digital”. Esta obligación entrará en vigor el 1 de septiembre para las explotaciones de más de 30 hectáreas en secano y de cinco hectáreas en regadío -la mayoría-, y en julio de 2024 para el resto. “Es importante disponer del cuaderno digital para acceder a las solicitudes de las ayudas de la PAC”, ha repetido.

No ha pasado desapercibido

Este tema no ha pasado desapercibido para el resto de ponentes que han expresado sus impresiones ante la nueva exigencia de la normativa. 

Begoña Liberal, agricultura y vocal de la Junta Permanente de UAGN, ha recordado que el sector ya inició la transformación digital hace años, pero que “el cuaderno digital se convierte en un gran salto para los profesionales”, sobre todo para las personas mayores ante la falta de relevo generacional, y por las dificultades que presenta el entorno rural con las conexiones digitales, donde a veces resulta complicado que llegue la fibra óptica y banda ancha.

El calendario

El 1 de marzo comienza el plazo para la tramitación de solicitudes de la PAC y se extiende hasta el 31 de mayo. El 15 de junio concluye el plazo de modificaciones.

Liberal ha especificado que van a tener que realizar registros informáticos mensuales de las actuaciones en el campo, como el uso de riego, fertilizantes o fitosanitarios. “Parecía que desde el Ministerio iban a facilitar herramientas gratuitas para este fin, pero por el momento no he escuchado nada”, ha ironizado. “Vamos a tener que superar barreras técnicas, económicas y formativas para cumplir con la agricultura 4.0 y no sé si todos vamos a poder cumplir”, ha insistido.

Quitar el miedo con apoyo

El director de servicio de Agricultura del Gobierno de Navarra, Rubén Palacios, ha manifestado que a través de asesoramiento y organizaciones, como UAGN, se quitará el miedo al uso del cuaderno digital. A esto también se añade el registro de explotaciones agrarias. Iñaki Mendioroz, director de Sectores, Innovación y Proyectos de UAGN, ha remarcado que estos cambios digitales aparecen entre los grandes cambios de la reforma de la PAC, y que estará esta organización para apoyar a agricultores y ganaderos.

Un paso más

El subdirector general adjunto de Sectores Especiales en el Fondo Español de Garantía Agraria, Ignacio Sánchez Rodríguez, ha querido quitar hierro a este nuevo paso en la digitalización del sector. “En 2014, se introdujo la obligatoriedad de completar la solicitud única de manera telemática. Nueve años después este procedimiento nos parece algo normal; y ahora queremos ir un paso más allá. El objetivo final de informatizar todos los datos busca que llegue un momento en que el sector primario reciba las ayudas sin necesidad de presentar solicitudes”, ha ejemplificado. 

1 de marzo

Durante la jornada, el director de Relaciones Internacionales de Asaja, Ignacio López García-Asenjo, ha repasado los grandes rasgos de la actual PAC que va a aplicarse entre 2023 y 2027 (inusual el periodo debido al impacto que tuvo la pandemia). Ha destacado que cada vez “el presupuesto es menor pero las exigencias mayores”, relacionadas principalmente con el medio ambiente.

En esta línea, Begoña Liberal ha calificado de “complicada” esta PAC y que su puesta en marcha va a ser “muy atropellada”. La tramitación de la PAC comienza a partir del miércoles 1 de marzo, en escasos días. “Los cambios introducidos afectan de manera fundamental a nuestra productividad y rentabilidad, y coinciden con una coyuntura de incremento de costes de producción”, ha dicho Liberal. Incluso se ha atrevido a pronosticar que las restricciones de la PAC “pueden provocar el abandono de empresas agrarias”.

Ignacio López García-Asenjo ha señalado que una de las novedades de la PAC son los ecorregímenes que van a suponer el 23% de las ayudas directas. Por su parte, Rubén Palacios ha añadido que el nuevo Plan de Desarrollo Rural se pondrá en marcha en 2024 y que “las incompatibilidades con los ecorregímenes no van a ser muy elevadas”.

Menos dinero

Ignacio López García-Asenjo ha recordado que hace 30 años el presupuesto de la PAC suponía entre el 65-60% sobre el total, y que ahora se ha reducido al 37%. Además, ha insistido en que La PAC va a exigir que el 25% de los ingresos de la persona perceptora procedan de la actividad agraria, un porcentaje que anteriormente era del 20%.

¿Qué son los BCAMs?

Ignacio Sánchez Rodríguez, del Fondo Español de Garantía Agraria, ha hablado de las Buenas Condiciones Agrarias y Medioambientales (BCAM) que debe cumplir el profesional del sector y así evitar reducir las ayudas.

Sánchez Rodríguez ha enumerado los diez requisitos, como el mantenimiento de pastos permanentes, que ha señalado que “Navarra lo cumple sin problema”.

"Esta PAC se va a cargar el agro y va a dejar la alimentación en manos de terceros países"

Begoña Liberal - Vocal de la Junta Permanente de UAGN

También ha recordado que en 2023 no se va a aplicar la protección de humedales y turberas; ni la rotación de todas las parcelas de la explotación; ni tampoco uno de los casos relacionados con el porcentaje mínimo de la superficie agrícola dedicada a superficies o elementos no productivos.

De esta forma, el subdirector general adjunto de Sectores Especiales en el Fondo Español de Garantía ha profundizado en materias como el mantenimiento de pastos permanentes; la protección de humedales y turberas; la prohibición de quema de rastrojos excepto por razones fitosanitarias; las franjas de protección en los márgenes de los cursos de los ríos; la gestión de la labranza, reduciendo el riesgo de degradación y erosión en el suelo; la cobertura mínima del suelo en los periodos más sensibles para protegerlo; la rotación anual de todas las parcelas de la explotación; el porcentaje mínimo de la superficie agrícola dedicada a superficies o elementos no productivos; y la fertilización sostenible, entre otros.