¿Por qué la inversión lleva estancada casi 15 años en Navarra?

En primer lugar, la sucesión de crisis económicas: la crisis financiera del periodo 2008–2014, la crisis derivada de la pandemia, la guerra de Ucrania. El tejido productivo navarro, como en el resto del Estado, está mayoritariamente compuesto por pequeñas y medianas empresas (pymes), de las cuales solo una minoría realiza actividades de I+D. Según Nastat, en el año 2008 había 740 empresas navarras con actividades innovadoras, y en 2020 esa cifra se había reducido a 450 empresas, es decir, casi un 40% menos en una década. Por otro lado, la inversión pública en I+D del Gobierno de Navarra también se ha visto reducida en los sucesivos periodos de crisis de la última década. Esta inversión pública no da votos, no se pueda inaugurar como un edifico o una infraestructura, o los resultados de esa inversión se cosechen a medio y largo plazo, a menudo tras expirar la legislatura del gobierno que la aprobó. Hace falta un cambio cultural radical. Nuestra sociedad no es consciente de que un país que invierte en I+D la décima parte de su gasto en pensiones (1,43% y 13,7% del PIB, respectivamente) tiene un elevado riesgo de quebrar a medio largo plazo, y no se trata de reducir las pensiones sino de incrementar sustancialmente la inversión en I+D.

¿Va a alcanzar Navarra el objetivo del 3% fijado por Ley?

No podemos predecir el futuro pero si analizamos qué peso tuvo sobre el PIB la inversión pública en I+D hace veinte años, en 2001, que es el año con peor dato de toda la serie histórica, vemos que supuso el 0,28% del PIB de Navarra, y cuatro años más tarde, en el 2005, la inversión pública en I+D fue el 0,56% del PIB de Navarra en aquel año. Es decir, en cinco años la inversión pública en I+D subió tres décimas de PIB. Esa misma intensidad de crecimiento de la inversión pública haría falta ahora para llegar al objetivo del 0,9% del PIB en I+D, y si se logró esa velocidad en el pasado, es factible repetirlo ahora, bastaría con voluntad política para pisar el acelerador.

¿Qué pueden aportar los fondos europeos?

Gracias a los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) s Presupuestos Generales del Estado en 2021, 2022 y 2023 han duplicado sus partidas destinadas a la promoción de la I+D y eso, aunque Navarra no represente más del 2% del gasto en I+D del conjunto del Estado, se acabará notando positivamente entre los agentes del ecosistema navarro de I+D (empresas, centros tecnológicos y universidades navarras) que acuden regularmente a las convocatorias de ayudas a la I+D+i que son gestionadas por la Administración central. Pero no son un cheque en blanco y con el resto de fondos pueden acabar desbordando la capacidad de gestión de las administraciones.