Volkswagen Navarra presentó este miércoles al Gobierno de Navarra un proyecto para levantar una planta de ensamblaje de baterías dentro de las instalaciones que la multinacional tiene en Landaben. Pero no aseguró que vaya a construirla. Y no ofreció tampoco plazos de decisión y mucho menos la garantía de tener atada la financiación necesaria para ejecutar una iniciativa que supondría una inversión superior a los 200 millones de euros y que permitiría la creación de casi 500 puestos de trabajo. 

Según explicó el Gobierno de Navarra, de llevarse a cabo, se trataría de una inversión que no estaría incluido en el proyecto de interés foral aprobado por el Gobierno de Navarra para el plan de electrificación de la planta de Volkswagen y al que la empresa destinaría algo más de 1.000 millones de euros. La reunión se habría producido a petición del Gobierno de Navarra, una vez que el comité de empresa reveló la existencia de un plan alternativo a este proyecto.

Volkswagen estaría trabajando en una alianza con Huyndai Mobis para ensamblar en Imarcoain las celdas de baterías fabricadas en Sagunto y trasladarlas posteriormente hasta las instalaciones de Volkswagen Navarra. El proyecto ya está sobre la mesa del Gobierno de Navarra y podría servir para suministrar estos paquetes de baterías no solo a VW Navarra, sino a otros fabricantes del norte de la península.

Por parte de Volkswagen Navarra han participaron en la reunión David García, director de Ingeniería de Planificación; Kai Feuerherdt, director de Recursos Humanos; Paco Guerrero, gerente de Gestión de Proyectos; Asier Martorell, gerente de Planificación de Infraestructura y Juan Fernández, gerente responsable del proyecto de la fábrica de baterías. Michael Hobusch, presidente de Volkswagen Navarra, no se encontraba ayer en la fábrica. 

El Gobierno de Navarra, que estuvo representado por la presidenta María Chivite, trasladó a la empreesa el marco fiscal y de ayudas existentes al que podría acogerse para llevarlo adelante. A explicarlo acudió el director gerente de Hacienda, Óscar Martínez de Bujanda, así como el consejero de Innovación, Juan Cruz Cigudosa, quienes incidieron en novedades como el tratamiento de las unidades de I+D+i empresarial, especialmente ventajoso en la Comunidad Foral.

Un contexto complejo

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El encuentro se celebró en un marco un tanto ambiguo y, sobre todo, con muchas piezas sin encajar. Así, en las últimas semanas Volkswagen Navarra ha asegurado al comité de empresa no disponer de financiación por parte del grupo para esta planta de baterías. Lo ha hecho, eso sí, en vísperas de la convocatoria de un Perte II de automoción que va a determinar las ayudas públicas que concederá el Gobierno de España a las inversiones empresariales. El grupo Volkswagen, y especialmente Seat, ya mostró su descontento por la resolución de la primera convocatoria del Perte, en el que recibieron menos ayudas de las que esperaban.

Esta “falta de financiación” se produce asimismo es vísperas de la negociación de un nuevo convenio colectivo para la plantilla de Navarra y a pocos días de que el Gobierno de Navarra acuda a Bruselas a reclamar una moratoria en la aplicación de normativa Euro 7, que limita las emisiones de los vehículos y amenazaría con paralizar la industria de automoción.