El despoblado de Sabaiza (Ezprogui) se ubica en un paraje rodeado de pinos con gran biodiversidad, donde habitan jabalíes, corzos, zorros, jinetas… y desde hace décadas, ejemplares de la raza equina jaca navarra, declarada raza ganadera autóctona amenazada. Esta finca, la cual pertenece al Patrimonio Forestal de Navarra, se ha convertido en referente para la cría de ganado autóctono de la Comunidad Foral. La sociedad pública INTIA, adscrita al departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, es la encargada de su gestión.

Dos yeguas de jaca navarra en el entorno de la finca.

Hasta allí se acercó la comisión de Desarrollo Rural del Parlamento de Navarra con la intención de “conocer de primera mano las instalaciones y fincas de INTIA y los proyectos que están en ejecución, así como los que se van a desarrollar en los próximos meses”. Durante la mañana la comitiva visitó las dos naves de la finca y dieron un paseo por los alrededores para observar a los ejemplares más de cerca.

La finca mide 3.300 hectáreas y alberga más de 200 cabezas de ganado que pastorea libremente durante todo el año. INTIA apuesta por este método debido a los múltiples beneficios que supone, según explica Severino Rubio, operario de la finca de Sabaiza: “De esta forma, el ganado ayuda a limpiar el monte porque se alimentan de maleza, lo cual es muy beneficioso, ya que en caso de incendio, con esta limpieza se impediría el avance del fuego”, afirma.

ROBUSTA Y PEQUEÑA

La jaca navarra se caracteriza por ser un caballo de baja estatura, robusto y de pelaje castaño, con las crines y las patas negras, según Rubio: “Es un animal noble, tranquilo y salvaje, nosotros no buscamos domarles porque queremos que se mantengan de esta manera”, declara.

Mientras las yeguas pastan durante todo el año por el monte, en esta época los diez sementales pasan semanas dentro de una de las naves alimentándose y cogiendo fuerzas para, posteriormente, juntarse con las hembras. Los operarios además de realizar trabajos de mantenimiento de la finca como reparar la alambrada y los portillos, también conservan y controlan el ganado haciendo trabajos de desparasitación y ayudan a las yeguas a parir a los potros, asegurándose que los recién nacidos están en buenas condiciones, entre otras tareas.

Sin embargo, INTIA no solo cría caballos en Sabaiza, también cuenta con medio centenar de terneros de raza pirenaica, también en peligro de extinción, para la asociación ASPINA y con alrededor de 25 corderos selectos de las razas ovinas latxa cara negra y raza navarra.