La profunda debilidad europea no ha laminado el crecimiento económico de Navarra, sostenido en 2024 por el consumo de las familias, el vigor del empleo y, en menor medida, por una inversión que sigue sin reactivarse del todo. El PIB de la Comunidad Foral cerró 2024 avanzando a un ritmo del 3%, lo que arroja un crecimiento medio del 2,7% en el conjunto del año,. tres veces superior al del conjunto de la Eurozona, aunque medio punto por debajo del que registra la economía española, con el viento de cola de un sector turístico en máximos.
La propia estructura productiva de la Comunidad Foral, con casi una tercera parte del PIB dependiendo de la industria, ha condicionado el comportamiento económico de los últimos trimestres, en general más débil que el español. Entre octubre y diciembre, la economía avanzó un 0,5%, casi tres décimas menos que en el conjunto del estado. "La falta de tono de nuestros socios europeos -explica José Luis Arasti, consejero de Economía y Hacienda- ha hecho que la demanda externa no aporte al crecimiento y también el consumo público ha sido menos intenso aquí".
La Comunidad Autónoma Vasca, con la que Navarra comparte notables similitudes económicas, cerró el año creciendo un 1,8% (1,2 puntos menos que Navarra), lo que supone un avance medio del PIB en el conjunto del año de apenas un 2,1%, seis décimas menos que en Navarra.
Este 2,7% de crecimiento medio en el PIB supone mejorar en ocho décimas el avance del año pasado y es muy similar al que se registraba en 2018 y 2019, antes de que la pandemia condicionado los datos del trienio 2020-2022. Y anticipa, asimismo, un 2025 que será seguramente mejor de lo que prevé el Gobierno de Navarra, cuyas estimaciones en el cuadro macroeconómico (1,8%) van a ser revisadas al alza en las próximas semanas. Lo más probable es que Navarra vuelva a crecer este año por encima del 2%.
Se baten, de este modo, casi todas las previsiones efectuadas hace apenas 12 meses. Y se consigue, además de por la resistencia de la industria, por un crecimiento poblacional indudable, sostenido por una inmigración sostenida, que impulsa el consumo, que aporta dinamismo al mercado de trabajo (según la EPA se rozan ya los 320.000 ocupados) y que también está tensionando el mercado de la vivienda, adormecido durante años e incapaz de aportar nuevos pisos a precio razonable. También el alivio de la inflación ha permitido que los salario recuperen una pequeña parte del poder adquisitivo perdido, un factor que también estaría ayudando al consumo.
En rueda de prensa tras sesión de Gobierno, Arasti ha señalado que, "aunque es verdad que las tasas de avance son más suaves en el caso de Navarra, el diferencial de crecimiento entre ambas economías se ha ido reduciendo en la segunda mitad del año 2024". "Los datos anuales, de hecho, confirman esta convergencia, ya que en el año 2023 Navarra crecía 0,8 puntos menos que España y en 2024 la diferencia se ha reducido hasta los 0,5 puntos", ha indicado.
Arasti ha apuntado que "desde un punto de vista sectorial, los servicios han sido, de nuevo, el primer catalizador del crecimiento de la economía en Navarra, pero no han sido el único", ya que "la industria también ha tenido una contribución significativa al avance del PIB, a pesar de la incertidumbre y las dificultades que atraviesa el sector".
El consejero ha destacado que "otro factor clave" es el mercado laboral y ha señalado que "estamos en niveles máximos de empleo, que siguen creciendo de la mano no solo de los servicios, sino también de la industria". "Ayer mismo conocíamos los resultados de la encuesta de la EPA del cuarto trimestre del año 2024, que sitúa a Navarra como la Comunidad con menor tasa de paro, llegando a reducirse hasta el 6,6%", ha afirmado.