Las acciones de Talgo han subido este martes en torno al 3 % en el mercado continuo, impulsadas por la autorización del Gobierno para la entrada de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) en el capital de la compañía ferroviaria. Dos horas después de la apertura de la sesión bursátil, los títulos se colocaban entre los diez más alcistas del mercado, con una subida del 2,83 % y un precio por acción de 3,09 euros, tras haber alcanzado un máximo superior al 3 %.
La operación se canalizará a través de una ampliación de capital por valor de 45 millones de euros (a un precio de 4,25 euros por acción), lo que permitirá a la SEPI hacerse con el 7,8 % del capital de Talgo. Además, se suma la suscripción de una emisión de obligaciones convertibles por otros 30 millones, con lo que la aportación total del organismo público ascenderá a 75 millones de euros.
El selectivo IBEX 35, por su parte, caía un 0,64 % a la misma hora, lo que resalta el carácter positivo de la noticia para los inversores de Talgo.
Revisión externa y retraso en los resultados
En paralelo, Talgo ha decidido aplazar la presentación de sus resultados semestrales, prevista inicialmente para el 1 de agosto, hasta el 30 de septiembre. La empresa ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de que someterá sus cuentas a 30 de junio a una “revisión limitada” por parte de auditores externos, en el marco de la operación de ampliación de capital en marcha.
El constructor ferroviario subraya que este ajuste en el calendario busca asegurar que sus estados financieros “reflejan de forma fiel y contrastada la situación económico-financiera de la sociedad en un momento especialmente relevante”.
Refuerzo de capital y entrada de inversores vascos
Además del apoyo estatal, Talgo emitirá obligaciones convertibles por otros 75 millones de euros, que serán suscritas por un grupo de inversores vascos: Ekarpen (vehículo que agrupa al Gobierno vasco, Kutxabank, las diputaciones forales y Mondragón), el grupo Clerbil, del presidente de Sidenor, José Antonio Jainaga, y las fundaciones de las cajas BBK y Vital.
El acuerdo aprobado por el Consejo de Ministros contempla también una reestructuración de deuda en dos tramos, cuya aprobación por las entidades financieras es condición para la entrada efectiva de la SEPI en el capital. Todas estas decisiones están sujetas a la aprobación en una junta extraordinaria de accionistas, aún no convocada.
Según César Sánchez-Grande, analista de Renta 4, la operación marca un punto de inflexión: "La entrada de SEPI desbloquea definitivamente la situación de incertidumbre que lleva soportando Talgo desde hace casi dos años y permitirá diseñar la nueva estrategia de la compañía para los próximos años".
Este movimiento también allana el terreno para que el consorcio vasco liderado por Jainaga —en el que también participan el fondo público Finkatuz y las fundaciones de BBK y Vital— finalice la adquisición del 29,8 % del capital de Talgo, actualmente en manos del vehículo inversor Pegaso (formado por Trilantic y la familia Oriol).