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La marcha a favor de la industria navarra reclama acción política y medidas para evitar la deslocalización

Más de 4.000 personas apelan a empresas y Gobierno a cuidar un sector con 88.000 empleos y que supone el 31 % del PIB foral / Los convocantes exigen garantías públicas contra la precarización

Vista de la marcha a favor de la industria navarra por el centro de Pamplona.Patxi Cascante

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Fue el mensaje más repetido de la mañana. Menos original –sin los juegos musicales ni rimas de otras marchas–, pero mucho más directo, crudo, preocupante, como la situación con la que empieza a vivir el sector: “Sin industria no hay futuro”. Miles de personas, 4.000 según la Delegación del Gobierno y cerca de 10.000 a juicio de los convocantes, salieron a las calles de Pamplona para alertar de que la industria navarra, el pilar económico que durante décadas ha hecho de esta una tierra próspera a la que venían gentes de todos lados a trabajar y vivir bien, pasa por un momento convulso.

Ese músculo económico, que hoy se traduce en 88.000 trabajadores –con, generalmente, buenos sueldos– y el 31% del PIB foral, empieza a dar síntomas de cierta pérdida de vigor. Y esos síntomas los han sufrido en sus carnes los trabajadores y las familias de Nano Automotive, Siemens-Gamesa, Sunsundegui, BSH, Tasubinsa y Tenerías Omega, que junto con otros comités de empresa –como el de Volkswagen– secundaron la organización de la marcha.

En la incertidumbre hay solidaridad

Pero la situación necesita mucho más que eso. Sobre todo de los agentes políticos, que ayer fueron “interpelados” directamente en los mensajes que lanzó el portavoz de la manifestación, que a su vez es presidente del comité de empresa de BSH, Juanjo Hermoso de Mendoza: “Necesitamos una buena Ley de Industria y mejorar la normativa contra la deslocalización, porque tenemos que ofrecer garantías para que la gente pueda desarrollar su proyecto de vida aquí”. “No nos defraudéis”, terminó, ante una muchedumbre que llenó la mitad de la Plaza del Castillo y entre la que se encontraba buena parte de la clase política y sindical. Pero lo cierto es que nadie da con la tecla para cortar la sangría, tampoco el Gobierno. Y el tema preocupa.

La representación más grande fue la de BSH, que se enfrenta a un incierto proceso de cierre con más de 600 empleados implicados. Hubo muchos de los chalecos que en las últimas semanas han decorado también rotondas y avenidas en Pamplona y Comarca. Y, ayer, a modo de performance, una cuadrilla de trabajadores de la fábrica portó un ataud sobre el que depositaron flores. “Tu amigo de Balay”, rezaba uno de los costados.

No es para menos. La cifra la recordó Hermoso de Mendoza: en los últimos anuncios de cierre –el último, el de Nano Automotive, con 120 empleos en la Ribera– hay comprometidos 2.000 puestos de trabajo entre directos e indirectos. Son, además, empleos en un sector “clave en el desarrollo y bienestar de Navarra”, y suponen “muchísimo más que su propia representación numérica, porque impulsa la activación económica de otros sectores de la actividad”. Por eso Hermoso de Mendoza habló de la necesidad de un “retorno social”.

La clase trabajadora es el mayor activo que tienen las empresas. Al recibir ayudas públicas, su origen proviene de la aportación de la misma. Se debe garantizar un retorno social que nos permita desarrollar proyectos de vida con el mantenimiento de proyectos industriales incluyendo el compromiso del mantenimiento de puestos de trabajo”, explicó.

En la difícil situación actual, Hermoso de Mendoza señaló tanto a las empresas como al Gobierno de Navarra. “Tiene que haber un compromiso por parte de las empresas, pero el Gobierno de Navarra tiene que tener una legislación verdaderamente garantista para que no se sufran deslocalizaciones o una empresa no pueda cesar su actividad de cualquier forma dejando en el desamparo a la plantilla”.

La deslocalización

Fueron palabras que también recogió al final de la marcha. Estas, más tranquilas, con más margen para los agradecimientos y algún mensaje de ánimo. La petición a los políticos, dijo es “directa, clara y honesta”, porque la clase política “tiene que estar a la altura de las circunstancias”. A los agentes políticos pidió expresamente que no “defrauden” no solo al sector, sino a toda la sociedad, donde el impacto de la industria es clave “para el futuro, la aportación y el bienestar”.

Y una lectura también política tuvo parte de su discurso, en el que señaló a una realidad hiriente de la que algunos sindicatos llevan avisando décadas. En Navarra lleva tiempo dándose un patrón: empresas locales exitosas fundadas por padres son vendidas por los hijos a fondos extranjeros. Y eso, por supuesto, tiene consecuencias. Hermoso de Mendoza incluyó en su discurso una cifra: la de las 136 multinacionales que hay en Navarra, pero cuyo centro de decisión está “fuera de la Comunidad Foral”. “Esto posibilita la situación que venimos sufriendo, con deslocalizaciones de nuestra tierra, algo que afecta a numerosas empresas que han cerrado sus puertas, que han dejado en Navarra una producción de menor coste pese al aumento ingente de sus beneficios”. Y otro mensaje político hubo en que “el proceso de transición ecológica” tiene que hacerse “de la mano de los profesionales del sector”.

En la cabecera de la marcha hubo representantes de todos los comités de empresa que organizaban la manifestación: Nano Automotive, BSH, Tenerías Omega, Sunsundegui, Volkswagen, Tasubinsa y Siemens-Gamesa”. Y luego, por bloques y cada uno con su pancarta, iba cada empresa. En un lugar destacado, Nano Automotive, la fábrica ribera que ha sido la última en sumarse a la nómina de cierres y despidos.

Por último, Hermoso de Mendoza extendió la interpelación “al Gobierno de Navarra, pero también al Gobierno de España y a las instituciones europeas para desplegar políticas públicas para fortalecer el tejido industrial”. Y dejó una arenga: “Qué nadie abandone el camino. Va a ser largo. Pero tenemos que seguir recorriéndolo de esta manera. Gora Nafarroa, gora nafarroako langileak”.

2.000 empleos directos e indirectos comprometidos

Según los cálculos de los siete comités de empresa que impulsaron la marcha a favor de la industria, con los últimos movimientos están comprometidos más de 2.000 puestos de trabajo en el sector, tanto de forma directa como indirecta. Hay unas 88.000 personas trabajando en la industria navarra.

120 empleos en el último cierre, el de Nano Automotive

El último anuncio fue el de Nano Automotive, que cerrará su planta de la Ribera en la que hasta ahora trabajaban 120 empleados. Ayer estuvieron en la cabecera de la marcha.