"La solución para Nano es fácil y tiene tres letras: S, K, F. No puedes ahogar a tu proveedor porque colapsará. Hay una carta de diciembre de 2024 del abogado de Nano a la dirección, en la que dice que SKF ha ahogado a Nano. También un informe de la concursal que dice lo mismo. No lo decimos nosotros, es la realidad”. José Antonio Arnedo, que el viernes 14 gritó desde el kiosco, “está muy bien la borraja en Tudela, pero sin industria no somos nada”, deja claro que no solo del campo, de la industria agroalimentaria y del turismo puede vivir una comarca.

Pocas horas después de haber vivido una de las manifestaciones más concurridas que se recuerdan en Tudela, siete trabajadores de Nano se reúnen delante de un café para analizar la situación que están viviendo, sus procedencias, y su futuro. José Antonio, Sebas, Laura, Manuel, Ángel, Villar y Othman son solo un ejemplo de las cerca de 170 historias afectadas por las luchas internas de multinacionales que buscan sus beneficios sin mirar hacia la lucha diaria de los trabajadores y trabajadoras (solo siete en Nano Automotive). “Espectacular, salvaje. No esperábamos esta respuesta. La gente nos paraba por la calle y nos daba ánimos antes de la manifestación”, “aún se me pone la piel de gallina al recordarlo”, dicen muchos mostrando su brazo, “desde el kiosco no os podéis imaginar lo que era”, apunta Arnedo, “no esperaba tanta gente. El mensaje ha sido importante, hemos generado en 15 años muchas simpatías por lo mal que lo hemos pasado”, remata Sebas, un vizcaíno de los más veteranos. Con solo observar a las siete personas que han acudido a la cita es fácil ver que, pese a ser un número elevado de trabajadores y trabajadoras (120 más 50 naranjitos que revisan la calidad), son una gran familia.

Villar López: una historia de lucha y superación

Villar López, de 52 años, estaba a punto de reincorporarse al trabajo en Nano, después de dos años de baja haciendo frente a un cáncer, “había pasado el tribunal y me supuso una alegría inmensa pensar en volver a la fábrica. Para mí era como volver a la vida, con tus horarios… y tu normalidad. Volvía en marzo y no he llegado”, lamenta. Villar es una mujer luchadora que proviene de “una familia muy humilde que me han dejado grandes valores, honestidad, sinceridad y sobre todo la lucha. Luchar en esta vida ante lo que te venga, siempre para adelante”. Comenzó su vida laboral en Trelleborg, en Cascante, a través de una ETT, “era la única chica y abrí la puerta a que entraran otras en producción. Ahora son 50-50. Por circunstancias, dejé la empresa y fui a parar a KPF, en la transición de SKF a KPF. Al tercer día ya había una manifestación en la puerta y apoyé a todos mis compañeros”. A los cinco años le despidieron sin dar explicaciones, pero de repente le volvieron a llamar para el horno: “Mis compañeros me abrieron las puertas de par en par y he demostrado que las mujeres podemos estar en producción como cualquiera”, dice.

José Antonio Arnedo: 14 años de lucha sindical

José Antonio Arnedo es el presidente del comité y ha sido el portavoz en este conflicto. De padre pastor y sin madre desde los 9 años, entró en SKF en 1987, lo que le convierte en uno de los más veteranos. “Llevamos desde el 1 de enero de 2011 hablando del mismo tema, de nuestra situación. Tenemos compañeros que te sacan unas risas, pero son 14 años de un estrés constante”. Siempre ligado al sindicalismo, aunque no en primera línea porque “me impresionaba las tablas que tenían los que estaban antes”, hasta que de la mano de Álex Basurto, comenzó a tomar voz. “Trabajé en todas las secciones menos en los hornos. Entré del todo en el comité con la venta a KPF, que se dio cuenta de la presión de SKF, se enfrentó a ella, cerró y se fue. Vinieron luego muchas empresas, y acabó comprando Nano. Con lo que podíamos haber sido y nos hemos quedado en el camino. SKF nos dijo, con la separación, que íbamos a una multinacional muy importante y KPF lo era. De hecho, era proveedor de SKF”, dice con resignación.

Laura, desde el laboratorio, es la mejor para hablar de la viabilidad de la empresa, ya que conoce la calidad que hacen y el mercado. “Teníamos que haber parado hace dos años cuando SKF no tenía otro proveedor, pero ahora China tiene todo tipo de aros. No tiene un almacén cercano que les sirva producto, pero Jaylo les hace almacenaje y tienen millones de aros”. Pese a las pegas que les pone SKF, las factorías de Italia y Alemania, a las que también nutren, les reclaman producto. “Yo creo que la cosa es buscar inversores, alguien que venga con hambre. Tenemos industria y maquinaria para hacer diferentes tipos. Con una pequeña inversión se puede tirar para adelante. Tenemos espacio, buen producto y calidad humana. ¡Estamos sirviendo a SKF Alemania y SKF Italia y su exigencia es máxima. Servimos sin defectos, sin reclamaciones. Somos potencia y nos estamos moviendo por Europa”. Su compañera Villar, reafirma, “cualquier inversor que tenga ganas, somos un personal humano muy preparado y formado. Tenemos ganas. Tiene que salir algo. La Ribera está en juego, además de nuestras familias. La recolocación de la que habla la presidenta Chivite tiene que ser de un inversor”.

El papel de SKF y la esperanza de los trabajadores

Uno de los más veteranos no se muerde la lengua a la hora de dibujar el papel de SKF en el anuncio de cierre, y pese a ello se declara “optimista” en que aparezca una solución, si bien los más jóvenes le escuchan con escepticismo. “Dependemos de SKF. En 14 años nos ha tutelado, nos ha puesto precios, nos ha traído los dos compradores, nos ha dicho cómo tiene que ser el proceso… Nos va a seguir tutelando porque la nave que produce en su puerta es low costSKF ha intentado exprimir más la vaca y Nano ha dicho hasta aquí. Les interesa tenernos. No haremos 20 millones de aros, haremos diez y cuando haya una subida de carga serán 15, pero nos tiene a demanda”. Para explicar la importancia de su existencia relata los acontecimientos internacionales que provocan que la petición de aros suba o baje, “Corea del Norte amenazó a la del Sur y cerraron todos los puertos, y empezamos a meter horas extras para producir más. El canal de Suez se cerró al cruzarse un barco, la covid... Todo eso puede pasar y hace que un señor tan inteligente como el director de SKF, mire con distancia. Confío en continuar adelante, con otro nombre, otras formas, menos trabajadores, otros salarios. Habrá que volver a la lucha y a la negociación”. “Incluso se podría decir que los aranceles de Trump nos benefician”, añade Laura.

Con su experiencia y sus canas, Sebas es el más positivo y optimista de todos y está seguro que habrá una solución que dependerá, eso sí, de SKF, con quien es muy crítico y asegura que “nos necesita”. La veterana planta de construcción de rodamientos que ha servido de escuela y formación de buena parte de los políticos y sindicalistas que durante 30 años lucharon en la Ribera, está realizando una serie de proyectos de mejora medioambiental que para Sebas son necesarios, pero le distraen de lo fundamental, “me parece fantástico que repercutan sus beneficios en la mejora, placas solares, reutilización del aceite, pero ¿qué pasa con los recursos humanos? ¿quién va a disfrutar del medio ambiente cuando mis hijos tengan que emigrar a buscar trabajo?, ¿por qué no invierten en nosotros que somos kilómetro 0? Somos profesionales perfectamente preparados y podemos seguir manteniendo la empresa en marcha”.

Laura Valdajos: una fuerza de la naturaleza

A sus 37 años, Laura Valdajos es una fuerza de la naturaleza. Arrolladora, luchadora y emocional, a esta palentina se le empañan los ojos cuando recuerda la manifestación y su llegada a la plaza Nueva. Dejó su casa y la comodidad por la ilusión de crear algo desde cero. “Vengo de una familia muy disciplinada en la que si quería algo en la vida tenía que lograrlo por mí misma. He trabajado siempre en laboratorios”. El 26 de abril de 2017, Laura estaba trabajando de ingeniera en Renault de Valladolid, con su pareja, familia y amigos cerca. “Vi la oferta y llamé porque vi un proyecto donde había que crear un laboratorio. Vine, creía en el proyecto y la primera pregunta que hice fue ¿es una multinacional o una empresa familiar? Porque es lo que quería, en las multinacionales pierdes derechos fundamentales y para subir hay que pisar a las personas en el camino y eso nunca me ha gustado. Creí en la empresa y en el proyecto y me vine con todo, pese a la oposición familiar”.

Al cambio de trabajo se unía la llegada a Navarra, una gran desconocida para una castellanoleonesa, “hay mucho miedo a Navarra porque en Castilla se os veía como radicales. Cuando llegué, y sé que es cosa de la Ribera, descubrí gente con mucha calidad humana, puedes ir a tomar una caña con cualquiera. Mi previsión era para unos años y llevo ya ocho”. Laura describe Nano como su “casa”. “No me quiero ir, quiero luchar. No estoy en ningún sindicato porque soy muy sentimental y si me meto lo pasaría muy mal, no tengo las espaldas anchas como mis compañeros, pero a reivindicativa no me gana nadie”. Para esta joven luchar por Nano es hacerlo también por la Ribera, contra la despoblación, y este espíritu de reivindicación lo ha descubierto en Navarra, “en Palencia no se lucha así, hay que luchar así para conseguir las cosas y ver la manifestación es maravilloso. Navarra siempre es lucha y así tiene que seguir siendo”.

Manuel Iglesias: una despedida pendiente

El último en tomar la palabra es el que se encuentra en una situación más complicada. Manuel Iglesias, de 63 años, se encuentra prejubilado y era Nano quien pagaba el 20% de su jubilación. “Mi relación no acaba hasta el año que viene. En diciembre de 2026 tenía que firmar el finiquito”, cuenta con tranquilidad.

Manolo entró en 1987, al igual que Sebas y José Antonio, “estuve toda la vida en forja, pero me dieron la oportunidad de ir al almacén después de una operación de espalda y acabé de encargado”. Viajó a Corea cuando KPF se hizo con la línea escindida de SKF, “mi sensación es que KPF tenía un proyecto, pero les engañaron. Les vendieron unos tornos como muy buenos cuando no lo eran y SKF pedía una calidad que no daban esos tornos”. Recuerda cómo al día siguiente de salir de SKF, la empresa en la que habían trabajado decidió “ir a por ellos a saco por orden de dirección”. Según señala “el 31 de diciembre de 2010 todo lo que hacíamos estaba bien y el 1 de enero de 2011 me venían de SKF y decían esto no vale, y yo les decía ‘¡pero hace dos días era bueno!’, y me decían que le mandaba el director ir a saco con nosotros. En Corea vi que tenían ganas pero se metieron en comprar una fábrica en China con SKF y estuvieron a punto de irse a la ruina. Al año y medio dijeron esto no es rentable. Cuántos más aros vendemos, más perdemos”. Volviendo al presente mira a sus compañeros y les dice con resignación “me hubiera gustado despedirme de la gente”.

Una de las evidencias tras la conversación es que, pese a ser un número elevado de trabajadores, todos son una gran familia que confía en sus posibilidades, porque creen en su formación y en la calidad de lo que elaboran.

Laura Valdajos: la voz de la viabilidad de Nano

Laura, desde el laboratorio, es la mejor para hablar de la viabilidad de la empresa, ya que conoce la calidad que hacen y el mercado. “Teníamos que haber parado hace dos años cuando SKF no tenía otro proveedor, pero ahora China tiene todo tipo de aros. No tiene un almacén cercano que les sirva producto, pero Jaylo les hace almacenaje y tienen millones de aros”.

Pese a las pegas que les pone SKF, las factorías de Italia y Alemania, a las que también nutren, les reclaman producto. “Yo creo que la cosa es buscar inversores, alguien que venga con hambre. Tenemos industria y maquinaria para hacer diferentes tipos. Con una pequeña inversión se puede tirar para adelante. Tenemos espacio, buen producto y calidad humana. ¡Estamos sirviendo a SKF Alemania y SKF Italia y su exigencia es máxima. Servimos sin defectos, sin reclamaciones. Somos potencia y nos estamos moviendo por Europa”. Su compañera Villar, reafirma, “cualquier inversor que tenga ganas, somos un personal humano muy preparado y formado. Tenemos ganas. Tiene que salir algo. La Ribera está en juego, además de nuestras familias. La recolocación de la que habla la presidenta Chivite tiene que ser de un inversor”.

El papel de SKF y la esperanza de los trabajadores

Uno de los más veteranos no se muerde la lengua a la hora de dibujar el papel de SKF en el anuncio de cierre, y pese a ello se declara “optimista” en que aparezca una solución, si bien los más jóvenes le escuchan con escepticismo.

“Dependemos de SKF. En 14 años nos ha tutelado, nos ha puesto precios, nos ha traído los dos compradores, nos ha dicho cómo tiene que ser el proceso… Nos va a seguir tutelando porque la nave que produce en su puerta es low costSKF ha intentado exprimir más la vaca y Nano ha dicho hasta aquí. Les interesa tenernos. No haremos 20 millones de aros, haremos diez y cuando haya una subida de carga serán 15, pero nos tiene a demanda”.

Para explicar la importancia de su existencia relata los acontecimientos internacionales que provocan que la petición de aros suba o baje, “Corea del Norte amenazó a la del Sur y cerraron todos los puertos, y empezamos a meter horas extras para producir más. El canal de Suez se cerró al cruzarse un barco, la covid... Todo eso puede pasar y hace que un señor tan inteligente como el director de SKF, mire con distancia. Confío en continuar adelante, con otro nombre, otras formas, menos trabajadores, otros salarios. Habrá que volver a la lucha y a la negociación”. “Incluso se podría decir que los aranceles de Trump nos benefician”, añade Laura.

“Creo que en un período de tiempo corto va a haber una recolocación en la misma factoría con un nuevo proyecto de SKF. Estoy convencido”. El tiempo dará o quitará la razón a Sebas, pero la incertidumbre y la realidad de falta de trabajo y el cierre anunciado es su día a día, lejos de los juegos de las multinacionales que se olvidan del temor de 170 trabajadores y trabajadoras.