CGT, CNT, Solidari, ESK y Steilas han abogado por la “organización de la clase trabajadora” para defender derechos laborales y unos servicios dignos y para combatir la deslocalización de compañías, la avaricia empresarial y el rearme. Como cada 1 de Mayo estas centrales se han citado en la plaza Recoletas, conocida popularmente como la plaza de los ajos, desde la que han iniciado su manifestación al mediodía para concluir en la plaza del Vínculo, en Pamplona.
Contra el cierre de empresas
Los cinco sindicatos han leído un comunicado conjunto tanto en castellano como en euskera en el que han rechazado el cierre de empresas en Navarra motivadas por la deslocalización, como está ocurriendo con BSH con 660 empleos directos en juego. “Estas compañías son rentables, pero se marchan porque en otros países pueden explotar todavía más a las personas trabajadoras”.
También han puesto el foco en la alta siniestralidad laboral, con el fallecimiento de 22 personas trabajando en 2024 -la peor cifra en dos décadas- en Navarra. Y en 2025 ya se han producido doce muertes laborales. “Las personas empleadas son obligadas a acudir a sus puestos de trabajo, incluso, ante adversidades climáticas con riesgo extremo. Estas muertes son el resultado de la avaricia empresarial”, han subrayado.
Precarización
Los cinco sindicatos han denunciado la precarización laboral: “incremento de la edad y los años necesarios para la jubilación; inestabilidad en los empleos; más ETT que ofrecen contratos temporales y fijos discontinuos; y aumentos salariales muy inferiores a la subida del coste de la vida, con el consiguiente difícil acceso a la vivienda”, han enumerado.
Han defendido un modelo industrial “más sostenible, que respete tanto los empleos como el medio ambiente” en el proceso de transformación digital y ecológica actual. Y han abogado por reforzar “la sanidad y la educación, porque los servicios públicos se siguen deteriorando”.
Contra la clase política
CGT, CNT, Solidari, ESK y Steilas han recriminado a la clase política su “alarmante inoperancia y su total incapacidad para ayudar o implementar acciones que beneficien al pueblo”. En vez de eso: “Nos presentan guerras, genocidios y aumentos desorbitantes en gastos militares. Por eso reiteramos un no al rearme, y un no a la militarización”, han subrayado.
Como han renunciado a que estos políticos solucionen los problemas de la sociedad, estas centrales coinciden en señalar que hay que dejar de “mendigar medidas a gobiernos e instituciones”.
Así han considerado que “es hora de asumir la responsabilidad de organizarse para construir una comunidad combativa, y una comunidad asamblearia, de base”. Han concluido diciendo que solo la clase trabajadora puede defender sus derechos. “Nosotros tenemos que decidir cómo hacerlo. Volvamos a salir a las calles para preparar las luchas que nos tocará librar en un futuro cercano”, han propuesto