Puente admite que lo único positivo de la competencia en los trenes son el precio y las frecuencias
Lamenta que haya provocado pérdidas que antes se destinaban a las líneas deficitarias
El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha defendido que la liberalización de la alta velocidad, es decir, la entrada de Iryo y Ouigo en España, solo ha supuesto dos efectos positivos, que son la bajada de precios y el aumento de las frecuencias.
En una comparecencia en el Congreso celebrada a petición del PP para explicar la situación del ferrocarril en España, Puente ha admitido que la liberalización es "francamente mejorable", a pesar de reconocer que diciendo esto molesta también a algún entorno de su propio partido político. "Pero es lo que pienso", ha añadido.
Precio y frecuencias
Para el ministro, tras las ventajas del precio y las frecuencias, el resto de elementos son negativos, como el haber pasado de unos beneficios de unos 150 millones de euros al año --con los que el sistema hacía frente a las líneas deficitarias con un carácter de servicio público-- a acumular entre los tres operadores pérdidas de 230 millones de euros.
"Y en el fondo es una mal llamada liberalización, porque no es tal. Realmente estamos hablando de tres compañías públicas de tres países, compitiendo el Estado italiano junto con una parte de capital privado español (Iryo), el Estado francés (Ouigo) y el Estado español (Renfe). Esa no es una competencia real. Y la prueba de que esto no ha generado entusiasmo en ningún otro sitio de Europa es que el resto de países se están resistiendo a la liberalización que nosotros hemos emprendido", ha argumentado.
Al margen de este asunto, Puente también ha anunciado que se recuperarán los Avlo (el tren de bajo coste de Renfe) en el servicio Madrid-Barcelona, pero ha insistido en que para hacerlo se necesitan trenes, ya que se han tenido que retirar cinco del modelo Avril de Talgo tras detectar un problema en su funcionamiento.