Navarra ha encadenado tres meses de destrucción de empleo. Un mal dato, que no borra el buen comportamiento del empleo en términos generales, pero que muestra que la Comunidad Foral se encuentra muy lejos de sumarse al dinamismo de otros territorios que están aprovechando mejor el crecimiento general de la economía española, en estos momentos la que mejor desempeño ofrece entre las grandes economías de la UE.

En los últimos 12 meses, el número de cotizantes a la Seguridad Social ha crecido en Navarra a un ritmo del 1,46%. Esto supone 4.537 personas más, y queda nueve décimas por debajo del 2,36% al que avanza el empleo en el conjunto de España, donde se han creado medio millón de puestos de trabajo nuevos en el último año. Se trata de un ritmo superior al de hace un año y muy similar al que registraba el empleo en septiembre de 2019, antes de la pandemia.

Esta es la gran diferencia respecto a Navarra. En 2019, el empleo crecía en Navarra a mayor velocidad que en el conjunto de España (2,66% frente a 2,44%), una vitalidad hoy enterrada, en parte, por la debilidad de los grandes socios comerciales de la Comunidad Foral, donde mayor peso tienen las exportaciones.La industria solo avanza un 0,25% en el último año, mientras que en el conjunto de España avanza un 1,65%

No todo es, sin embargo, puede atribuirse a la coyuntura. Los datos de septiembre, que por supuesto mantienen a Navarra en cifras récord de ocupación, reflejan que pocos sectores fueron capaces de aprovechar el inicio del curso para crecer. Y que otros, como el comercio, siguen languideciendo en cifras de ocupación a pesar del aumento de la población y la recuperación del poder adquisitivo que han propiciado las subidas salariales en convenio de los últimos meses. En el último año, el comercio ha destruido en Navarra 236 puestos de trabajo. En toda España esta actividad, ha creado 24.000 puestos de trabajo, al calor también del turismo.

Más allá de las causas, el envejecimiento de la población y la implantación masiva del comercio electrónico no son precisamente un apoyo, el bajo pulso del empleo en el comercio no es una novedad. Tampoco lo es la falta de pujanza en los últimos meses de una actividad de mayor valor añadido, como la TIC. En el último año ha destruido unos 80 puestos de trabajo, frente a un crecimiento de más de 26.000 personas en toda España. A ese ritmo, la Comunidad Foral debería haber creado unos 300 puestos de trabajo en un año.

Un mejor tono mantienen las actividades profesionales científicas y técnicas, que crecen algo más del 5% (unos 800 empleos más), al mismo ritmo que la media española, y sujetan la creación de empleo en el último año un sector clásico como el de la construcción, con más de 800 nuevos empleos, y dos actividades ligadas a las personas, como las educativas y las sanitarias y de servicios sociales, con la atención a la dependencia como uno de los nichos de empleo fundamentales.

Pese a esta pérdida de ritmo, el Gobierno de Navarra mantuvo, por boca de su consejera Carmen Maeztu, el discurso de los últimos meses: "Seguimos en un buen momento del mercado laboral con estabilidad, con nuevas oportunidades que se materializan en más creación de empleo, manteniéndose en cifras de empleabilidad nunca antes vistas en nuestra Comunidad".