Las nuevas industrias que emergen en Navarra y que ya dan empleo a más de 3.000 personas
Biología sintética, electrónica, construcción industrializada y aerospacial consolidan su crecimiento con una apuesta firme por la I+D y generando además empleo de calidad
La industria navarra ni puede, ni quiere, ni en realidad vive solo de Volkswagen Navarra. Se trata de un sector muchísimo más complejo y diverso, que en los dos últimos años viene acusando la debilidad de las principales economías europeas, pero en el que no dejan de aparecer nuevos nichos de negocio y mercado. Actividades, algunas de ellas intensivas en tecnología y valor añadido, que generan nuevo empleo –en estos momentos unos 3.000 puestos de trabajo– y que, con la ayuda de otros sectores más consolidados, son capaces de absorber el que destruyen empresas quizá menos sofisticadas.
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Con algo más de 72.000 cotizantes a la Seguridad Social entre trabajadores por cuenta ajena y propia, la industria manufacturera navarra se encuentra en niveles máximos de ocupación desde 2007. Ha generado unos 12.000 nuevos puestos de trabajo desde 2015, a un ritmo muy elevado hasta la pandemia y de forma mucho más moderada a partir de 2023, con un avance de solo 200 empleos en el último ejercicio, marcado por los cierres de Sunsundegui, BSH, Nano Automotive y ciertos nubarrores en el sector del automoción, como refleja el ERTE anunciado en ZF, y la incertidumbre que genera la falta de consenso entre la Unión Europea y los principales fabricantes europeos, que temen ser devorados por las marcas asiáticas.
Durante la última década , dentro de la industria, la agroalimentación se ha consolidado como el sector industrial más pujante en términos de empleo (cerca de 17.000 puestos de trabajo), ya muy distanciada de la automoción, clavada en unos 12.000 ocupados, pero con la mayor aportación al PIB. Ambas tienen, sin embargo, sus limitaciones: la automoción afronta un panorama complejísimo, con una transición eléctrica que lideran las marcas chinas; y el sector agroalimentario, que es capaz de anclar empleo y población en zonas rurales, absorbiendo incluso a un buen número de inmigrantes de primera generación, sigue pagando unos salarios muy inferiores a la media de la industria.
1.200 millones facturados
A la sombra de estas actividades y de otras también muy consolidadas, como las renovables y la farmacéutica, asoman en todo caso otras iniciativas por las que Mikel Irujo, consejero de Industria del Gobierno de Navarra, considera que “hay que apostar”. “Necesitamos visión de futuro”, dijo esta semana al advertir de las dificultades que atraviesa la industria alemana, una de las grandes inversoras en Navarra y que en las últimas semanas ha anunciado el recorte de 90.000 personas. Ford, Mercedes, Volkswagen, Bosch y ZF son cinco de las multinacionales que han anunciado reducciones de plantilla en el país centroeuropeo.
La recesión alemana, y el desplome de su sector industrial, han golpeado en los dos últimos años a Navarra, haciéndole crecer menos que la media española, y prolongando una cierta falta de dinamismo en componentes claves como la inversión, que lleva una década creciendo a mitad de ritmo que en el conjunto de España. No se trata además solo de Alemania: Europa asume tres cuartas partes de las exportaciones de Navarra, la comunidad con mayor saldo exportador en términos porcentuales. El bajo crecimiento del continente se percibe en la Comunidad Foral, que crece en todo caso por encima del 2%, más que en otros territorios.
En este contexto, y a pesar de que el Gobierno central está lejos de atender la demanda de necesidades energéticas lanzada desde que dirige Mikel Irujo, la apuesta de Navarra sigue siendo la industria. Y lo hace con el foco puesto en cuatro grandes sectores: la biología sintética, la industria de la electrónica, la construcción industrializada y el sector aeroespacial. En conjunto, y además de dar empleo ya de forma directa a unas 3.000 personas, facturan el tejido empresarial que lo conforma es capaz de facturar unos 1.200 millones de euros que, en los próximos años, solo pueden crecer. De su desarrollo va a depender en buena medida que Navarra siga siendo la comunidad más industrializada de España.
Biología sintética: farmacia, alimentación, combustibles
Hablar de biología sintética es hablar, por supuesto, de biología, pero también de ingeniería, de tecnologías de la comunicación e informática. Una combinación clave para el desarrollo transversal de las empresas y también una disciplina con capacidad para convertirse en un sector económico en sí mismo.
“Navarra cuenta con un ecosistema nutrido de biotecnología y biología sintética, mayoritariamente en fases tempranas, con fuerte presencia en salud y agroalimentación, mientras que energía es aún emergente, y con más de 1.800 empleos relacionados”, explica el Gobierno de Navarra, que ha elaborado su propio plan (BioSintNa) para subirse a una ola en crecimiento mundial. “Está entrando en una fase de aceleración del crecimiento global”, explican desde el Departamento de Industria del Gobierno de Navarra .
Se trata de un sector forzosamente emergente, pero que cuenta ya con unas 54 empresas activas y alrededor de 700 ó 750 puestos de trabajo. “España supone apenas un 2% del mercado global, con Madrid, Catalunya, País Vasco y Navarra como polos principales de desarrollo de la actividad”. En la mayor parte de los casos (45) se trata de start up especializadas, pero también hay nueve grandes compañías que han puesto sus ojos en la actividad, como la propia Viscofan.
"El conocimiento y la innovación son fortalezas de Navarra, podemos aspirar con realismo a crear nuevos nichos de negocio"
El sector tiene múltiples aplicaciones. En el ámbito de la salud y de la medicina, en el que Navarra es potente, la biología sintética puede ayudar al desarrollo de nuevas terapias, como las vacunas de ARNm y las terapias CAR-T para el tratamiento del cáncer. En el ámbito de la energía, la producción de biocombustibles es una de las puertas que abre esta tecnología, justo en el momento en el que arrecian las dudas sobre los calendarios que marcará Europa para dejar de fabricar coches de combustión.
El conjunto de la industria puede beneficiarse también de aplicar la biología sintética, al favorecer la generación de procesos industriales más eficientes, como la producción de compuestos químicos valiosos. También se puede aplicar en la agricultura, para mejorar cultivos y desarrollar nuevos alimentos y en el medio ambiente, con la creación de soluciones para problemas como el cambio climático.
Electrónica: Peralta como núcleo de desarrollo
Con un crecimiento del en los últimos tres años, la electrónica se está convirtiendo en un subsector más que relevante dentro del tejido empresarial de Navarra. Con casi una treintena de empresas involucradas y 14 de ellas dedicadas específicas a esta área, las cifras de facturación y empleo son todavía modestas: apenas 111 millones de euros en facturación y 657 empleos.
“Se trata de un sector en claro crecimiento e intensivo en I+D”, destacan desde Sodena. La sociedad pública ha elaborado en los últimos meses un informe acerca del sector, con el que busca no solo diagnosticar y medir la actividad, sino elaborar un mapa con los retos y una baterías de propuestas de futuro.
El informe destaca que e diseño, tanto en hardware como en software y firmware “representa el eslabón de la cadena de valor con mayor actividad y fuerza del ecosistema navarro en electrónica”. Así, “la capacidad de diseño actúa como un factor diferencial del ecosistema, siendo un componente estratégico para garantizar autonomía tecnológica y tracción industrial”. Y, junto a ello, destaca la “orientación a la personalización, rapidez y proximidad al cliente industrial”.
Para hacer despegar definitivamente a este sector, que cuenta además con un potentísimo foco de actividad en Peralta (Azkoyem Jofemar...), Sodena considera necesario impulsar los polos locales de talento y su vinculación con la industria cercana, fortaleciendo la especialización formativa; establecer mecanismos de atracción y retención de talento, reforzar las infraestructuras y servicios tecnológicos de I+D e impulsar la generación de proyectos y consorcios conjuntos.
Aeroespacial: la ubicación y el I+D como factores clave
Hay sectores que son intensivos en mano de obra, porque sus series de producción son elevadas, como la automoción, o porque resultan difícilmente automatizables, como en la construcción. Y otros que son intensivos sobre todo en tecnología y en conocimiento. Fabrican series cortas de muy alto valor y precisión, como en el sector aeroespacial, un nicho de mercado que emerge de nuevo en Navarra (600 empleos) y que tiene en su posición geográfica (próximo a Euskadi y al valle aeroespacial francés) uno de sus puntos fuertes.
Un estudio reciente de la Asociación de Industria de Navarra retrata una actividad en crecimiento, que avanzó un 38% en 2023 y que parece haber iniciado una senda de crecimiento, sobre todo en aquellas comunidades donde la industria militar y de defensa se encuentra más desarrollada.
“En Navarra, la facturación total agrupada estimada inicial de las empresas que operan en el sector en 2023 se sitúa sobre los 300 millones de euros, siendo la facturación atribuible en exclusiva al sector aeroespacial en torno a 90 millones de euros, lo que representa aproximadamente un 0,8% de la facturación sectorial a nivel estatal, y dedicándose a esta actividad unas 670 personas, aproximadamente el 0,5% de la plantilla aeroespacial española”, explican desde AIN, que cifra en unos cuatro millones de euros, la inversión en I+D+1, casi el 5% de la facturación total.
Mikel Irujo recordaba que “con estos datos claramente se puede empezar a hablar de la configuración de una cadena de valor del sector en Navarra con fabricantes componente y sistemas; ingeniería test y servicios especializados; máquina herramienta y soluciones de procesos; operadores nuevos segmentos; data analitics; proveedores de materiales; O&M infraestructuras; centros tecnológicos y universidades”.
Por su parte, Jon Ander Crespo, de AIN, señala que Navarra aún carece de una especialización clara. Sin embargo, algunas compañías, especialmente las vinculadas a la tecnología satelital, han logrado una mayor consolidación, mientras que otras, más orientadas al mercado aeronáutico, siguen centradas en la fabricación de piezas, componentes y maquinaria.
Construcción industrializada, entre la apuesta y la necesidad
Construir rebajando costes y tiempos se ha convertido en una prioridad. Y ofrecer vivienda a precio asequible supone ya una necesidad para las administraciones, que ven la industrialización de procesos constructivos la vía para conseguirlo.Las empresas atraviesan además cada vez un mayor número de dificultades para encontrar mano de obra.
Navarra se encuentra de nuevo bien posicionada para aprovechar un cambio al que ya se han sumado firmas como Viguetas Navarra, desde su planta de Barasoain; algunas de las principales constructoras de Navarra, como Abaigar, ACR y Erro y Eugui; e incluso el principal proveedor de material de construcción del norte de España, Saltoki, que ha apostado por Zaragoza para su línea de baños prefabricados.
Navarra va a contar asimismo con un centro de robótica en la construcción y el Departamento de Industria ha señalado a esta tecnología como una de las claves para elevar el valor añadido de la construcción y mejorar su sostenibilidad, al reducir los residuos. “No nos sirve cualquier proyecto”, recuerda Irujo.
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