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La Navarra del Siglo XXI

Industria Navarra: la persona, en el centro de todo

Industria Navarra: la persona, en el centro de todoRedaccion DNN

Navarra se ha consolidado en los últimos años como un territorio dinámico y competitivo. Su modelo de desarrollo combina tradición industrial, transición energética, europeísmo y apuesta por la innovación. A través de estos cuatro ejes, la Comunidad Foral busca situarse en la vanguardia de la sostenibilidad y la competitividad internacional. Navarra ha crecido una media de 3,4% desde la salida de la pandemia en 2021, triplicando la media de la eurozona. En cuanto al empleo, los datos de la EPA sitúan un nivel de empleo en la industria en un histórico 90.600 personas ocupadas, cuando hace una década se situaban en 65.000 personas. Terminamos el año como la CCAA que más invierte en innovación (2,34%), superando incluso la media europea.

No obstante lo anterior, no escondo que la situación de la industria europea es menormente preocupante, y que de no cambiar el rumbo 2026 se antoja un año complicado y muy duro en el que varios sectores sufrirán en embate de la globalización y la competencia de Asia. Debemos articular medidas urgentemente, la propuesta de aceleradora industrial que está preparando Bruselas debe contener medidas de protección y fomento de nuestra industria, como el contenido local, en un cambiante mundo. Ya nada es como era, y tenemos que interiorizarlo. No es tiempo de titubeos, sino de acción.

En cualquier caso, uno de los grandes retos de Navarra es la diversificación de su tejido industrial. Desde 2016 contamos con una Estrategia de Especialización Inteligente. Se centra en aprovechar las fortalezas industriales y científico-tecnológicas del territorio para impulsar sectores estratégicos. Sin embargo, los retos que nos presenta el futuro nos obliga a explorar nuevos nichos tales como la biotecnología, aeroespacial y la construcción industrializada, la electrónica avanzada y la economía circular. Tenemos potencial para ello, universidades, sistema de formación profesional, centros tecnológicos y una industria flexible conforman la triple hélice perfecta para poder aspirar a esta diversificación.

Como digo siempre, también va de creer. En ocasiones tienen que venir de fuera para recordarnos el rico ecosistema que tenemos. El premio Amedna este año a Emprendedora 2025 ha sido para Lucía Vendrell, uruguaya de nacimiento, doctora en Bioquímica y cofundadora de Nanogrow, empresa quie está en elos viveros del CEIN. En su discurso, agradeció las enormes oportunidades que Navarra le había ofrecido, destacando la potencialidad y coordinación entre el sector emprendedor, académico, innovador e industrial.

La agilidad administrativa es un reto clave para el futuro de Navarra. Sin una administración más rápida, eficiente y accesible, resulta difícil atraer inversiones industriales y acompañar la transición energética y digital. La propia tramitación de una Ley Foral es prueba de ello. Son prácticamente seis meses de trámites internos, con una treintena de comisiones e informes internos, antes de poder remitir un texto, ya preparado, como anteproyecto de Ley Foral al Parlamento. No son los tiempos que nos pide la industria hoy en día.

Y nada de todo ello lo podemos hacer sin situar a las personas en el centro. Este año hemos vivido situaciones dramáticas, con cierres de empresas, en alguna ocasión viendo de cara la parte oscura de lo que denominamos “valores”. Los valores empresariales son tan importantes como la innovación o la competitividad, porque definen la manera en que una compañía se relaciona con sus trabajadores/as, clientes y entorno. Considero que las empresas deben apostar por la humanidad, la ética y la sostenibilidad, y que estos principios deben guiar las decisiones estratégicas. Cuando hablamos de “industria” hablamos de las personas que la conforman. Hablo de mucho más que de empleo de calidad, hablo de situar a las personas en el centro de todas las políticas públicas, así como de las estrategias empresariales. Ellas son el centro de todo.

Apelo también a esa responsabilidad colectiva. Por brevedad lo resumiré en una frase. No hacemos nada configurando grandes estrategias industriales sí, cuando como consumidores/as decidimos comprar un frigorífico y por un supuesto ahorro que muchas veces no llega a 100€ nos decantamos por uno fabricado en otro continente. El consumo local, responsable de KM0 se aplica a nuestra industria.

La conclusión es que debemos de construir un modelo integral. La industria diversificada y sostenible, la transición energética justa, el compromiso europeo y la apuesta por la innovación son los cuatro pilares sobre los que se sustenta esta visión. No se trata de propuestas aisladas, sino de un enfoque coherente que busca situar a la Comunidad Foral en la vanguardia de la competitividad y la sostenibilidad. Tengo la convicción de que el futuro de Navarra pasa por combinar tradición y modernización, aprovechar las oportunidades de la transición verde y digital, y consolidar su papel en Europa como territorio innovador y comprometido con sus valores. En un mundo marcado por la incertidumbre y la competencia global, esta visión ofrece un horizonte claro: construir una Navarra más fuerte, más sostenible y más conectada con Europa y el mundo. Porque somos Navarra y podemos con todo.