El sector agroalimentario navarro tiene un peso muy importante en la región, siendo la segunda actividad de mayor peso específico en el conjunto del tejido productivo y empresarial de Navarra, tras el sector de la automoción, lo que la convierte en una de las bases socioeconómicas más relevantes de la Comunidad Foral. Supone aproximadamente un 14% del PIB industrial, por encima de la media nacional que está en torno al 10%.

En el sector juega un papel muy importante el Clúster Agroalimentario de Navarra (NAGRIFOOD), que cuenta en la actualidad con más de un centenar de socios de toda la cadena de valor, que representan en facturación aproximadamente el 72 % del sector agroalimentario navarro. Esto supone alrededor del 11 % del PIB industrial de Navarra, del 14% que es el total.

El ecosistema del sector de la alimentación está formado aproximadamente por 1.400 empresas y 24.000 explotaciones agrarias que dan empleo a más de 25.000 personas y exporta a más de 50 países de los cinco continentes. Cuenta con una industria de transformación de aproximadamente 755 empresas, a destacar el importante peso en la región de las frutas, verduras y hortalizas, productos cárnicos, vinos, aceites, productos lácteos, y el crecimiento de la IV y V gama y de los productos congelados. 

Desde NAGRIFOOD analizan el sector de la alimentación en Navarra. ¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrentan las empresas de la cadena alimentaria en nuestro territorio?

-Creo que estamos asistiendo a una transformación sin precedentes. No solo el contexto económico y geoestratégico ha dado un vuelco, como es patente, sino que además hay retos gigantescos por delante vinculados a la salud, la sostenibilidad, la transformación digital, el talento y la adaptación a nuevos mercados y hábitos de consumo. Por especificar algunos de ellos, está el reto de alimentar a una población mundial en aumento, el cambio demográfico, el incremento de la esperanza de vida que implica otros desafíos, un preocupante problema de obesidad, el cambio climático, sequías, desperdicio alimentario, etc.

¿Y cuáles son las principales fortalezas y debilidades del sector?

-En cuanto a fortalezas destacaría que Navarra cuenta con una elevada tasa de actividad industrial y sectores industriales competitivos y dinámicos, con empresas que introducen innovaciones tecnológicas y venta de nuevos productos. Además, contamos con entidades con elevadas capacidades científico-tecnológicas (universidades, centros tecnológicos, etc.). Concretamente, del sector agroalimentario navarro, destacaría tres puntos fuertes: su potencial de crecimiento, su impacto en el territorio y su capacidad de generación de empleo.

Si bien es cierto que el tamaño y la productividad de las empresas del sector pueden limitar su competitividad. Y ahí es donde entra la labor del clúster, en ganar tamaño para ser competitivos y agruparnos en proyectos de interés común que con una estrategia individual una empresa sola no podría abordar.

¿Y a qué amenazas y oportunidades deben responder?

-Diría que las principales áreas de oportunidad para Navarra en el ámbito agroalimentario, actualmente están vinculadas con los drivers de salud y sostenibilidad. Ser un referente en alimentación saludable y sostenible, asociar la palanca salud con practicidad, desarrollar productos de calidad y nutricionalmente equilibrados, nuevos productos de origen vegetal y proteínas alternativas, así como revalorizar y respetar los recursos naturales de la región. En definitiva, combinar las palancas de innovación para generar diferenciaciones en: sostenibilidad y circularidad, salud y bienestar, placer y practicidad.

Uno de los problemas es la dificultad de encontrar profesionales y poder llevar a cabo el inminente relevo generacional. ¿Están trabajando para hacer más atractivo este sector para trabajar?

-Sí. Es muy importante que entre todos ayudemos a la inversión en explotaciones agrarias del territorio y a la incorporación de jóvenes en el sector primario, con el objetivo prioritario de lograr la modernización y el relevo generacional sostenible en el sector agrario. Los agricultores se van jubilando y se retiran, y eso se traduce en que cada vez hay menos gente en el campo. Debemos facilitar la incorporación de jóvenes al sector agrario y mejorar la desgastada imagen social de la agricultura como profesión.

A cambio, el agricultor está cada vez más formado, dispone de maquinaria y realiza inversiones para cultivar más hectáreas. Luego, además de conseguir hacer esta profesión más atractiva, el reto está en invertir en tecnología, innovación y mejoras, no sólo en los procesos agrarios, sino también en las conexiones con el medio rural, con nuestros pueblos.

Nagrifood alcanzó el centenar de socios el año pasado. Fotos: Cedidas

Hablando de exportaciones, ¿podemos ser líderes en exportación alimentaria? ¿Qué es lo que más demanda el mercado internacional procedente de Navarra?

-Las exportaciones agroalimentarias en Navarra no han dejado de crecer en los últimos años, incluso durante la pandemia. Son cinco categorías de productos las que concentran el 50% de las exportaciones. Concretamente, las más demandadas en el mercado internacional son las verduras y hortalizas congeladas y en conserva, seguidas de productos cárnicos, vinos y aceites.

“Debemos invertir en tecnología, innovación y mejoras, no sólo en los procesos agrarios, sino también en las conexiones con el medio rural”

La sostenibilidad es otra de las claves del desarrollo futuro en todos los sectores. ¿Cómo se está adaptando el sector alimentario en Navarra a este ODS?

-El sector agroalimentario representa una de las actividades económicas con mayor impacto a nivel internacional, no sólo en dar acceso a la alimentación sino que tiene gran transcendencia sobre el bienestar, la salud y los recursos naturales del planeta. Por tanto, es un sector con un gran potencial de transformación desde la triple perspectiva de la sostenibilidad: económica, social y medioambiental.

Destacaría dos retos principales del sector agroalimentario en el marco de la nueva Agenda de Desarrollo Sostenible: el cambio climático y la lucha contra la malnutrición (sobrepeso y obesidad). Para todo ello, creo imprescindible el impulso de innovaciones y tecnologías sostenibles y la creación de alianzas para trabajar de forma colaborativa. A su favor diré que es uno de los sectores con más normativa y requisitos legales al respecto, que se llevan muchos años cumpliendo y por ello no comenzamos de cero, ni mucho menos, sino al revés, pues es un sector muy comprometido y que lleva haciendo muchos años las cosas bien.

“Hay retos vinculados a la salud, la sostenibilidad, la transformación digital, el talento y la adaptación a nuevos mercados y hábitos de consumo”

En vista de las iniciativas de las empresas de alimentación de nuestro entorno, ¿podría darnos pistas de cómo será la alimentación en un futuro próximo?

-Si tengo que resumirlo en una frase diría: “El consumidor como protagonista de la alimentación del futuro”. Los consumidores, cada vez más, querrán sentirse únicos y ser protagonistas de la experiencia de compra. El consumidor busca hoy en día valores nutricionales, saludables y que a su vez sean sostenibles y respetuosos con el medioambiente, y, por tanto, la industria tendrá que ser más sostenible y eficiente en sus procesos y en sus productos a través de la innovación y el conocimiento. La rentabilidad del sector agroalimentario vendrá de la diferenciación y personalización de los productos y de detectar los segmentos que interesan al consumidor más que de obtener la rentabilidad a través del precio.