En el marco de Foro Hiria, José María Agramonte, presidente de la Comunidad de Bardenas Reales, ofreció una visión exhaustiva sobre cómo el turismo se ha convertido en un pilar clave para el desarrollo económico de la región. Bajo el título “Turismo en Bardenas y su impacto económico”, la ponencia abordó los retos y oportunidades que plantea el creciente interés por este paisaje único, considerado Reserva de la Biosfera por la UNESCO.

Agramonte comenzó destacando la singularidad del entorno, un espacio que combina una belleza inhóspita con una biodiversidad excepcional, atrayendo anualmente a miles de visitantes. “Decimos que es la visita del amor, porque el 40% de las personas que vienen son parejas”, explicó, refiriéndose a la gran afluencia de turistas que elige este rincón para una escapada romántica.

Los datos presentados por Agramonte revelaron un aumento del 15% en el número de visitantes en los últimos cinco años, alcanzando cifras de más de 400.000 turistas anuales. Este flujo ha impulsado la economía local, con beneficios notables en sectores como la hostelería, los alojamientos rurales y las actividades guiadas. En este sentido, destacó que la estadística indica que pernoctan tantas personas en Arguedas como en Tudela, lo que subraya la relevancia de Bardenas como motor económico tanto para la localidad como para la Ribera Navarra en su conjunto. Además, indicó que el 65% de los turistas que visitan Bardenas provienen del extranjero, siendo en su mayoría franceses, lo que pone de manifiesto la proyección internacional del destino.

Durante su intervención, el presidente subrayó la importancia del ecoturismo como modelo sostenible. “Tenemos el deber de ordenar ese tráfico de visitantes dentro del parque, sobre todo en la zona del polígono, que es de máxima influencia, y de ahí hacer el desarrollo de otras zonas como puede ser Fustiñana y Carcastillo”, afirmó. En este sentido, destacó iniciativas como la regulación del acceso al parque a través de una tasa, el diseño de rutas controladas, además de tener “un proyecto importante a futuro de mejora en el Centro de Aguilares”.

El foro también sirvió como espacio para debatir desafíos. Entre ellos, Agramonte mencionó el riesgo de degradación ambiental si no se gestionan adecuadamente las actividades turísticas y si no se “descargan la Blanca y la zona sur de Bardenas”, un objetivo fundamental para preservar la integridad ecológica del parque.

El evento cerró con un llamado general a fomentar la innovación y el compromiso en la gestión del turismo sostenible, reafirmando el papel de las Bardenas Reales como un referente en el equilibrio entre conservación y desarrollo económico.