La sensación de que estos últimos meses no ha caído ni una gota se confirma con datos. Pamplona ha registrado entre el 1 de mayo y el 7 de agosto los cien días consecutivos más secos desde que existen registros (1976). En este periodo, tan solo se han acumulado en la estación del aeropuerto de Noáin 38 mm, un 25% de la media para esas fechas (150 mm). Además, la diferencia con otros años con escasas precipitaciones en este periodo como 1986, 1995, 2004 o 2005 es muy grande. Este 2022, las precipitaciones acumuladas son apenas la mitad que en esos años de especial sequía.

El delegado de la Aemet en Navarra, Peio Oria, explica la importancia del estudio, que confirma que estos últimos meses han sido excepcionalmente secos. “En mayo y junio no cayó una gota y este verano sigue casi sin llover. Hemos analizado los datos del aeropuerto, que es la estación con la serie más completa que tenemos y podemos decir que, por lo menos desde los años 70, nunca había habido un periodo de cien días tan seco. Eso sí, queda restringido a la cuenca de Pamplona, a lo mejor en otra zona de la Ribera se puede encontrar otro periodo”, matiza.

Además, Oria remarca que este dato es una muestra más de que los ciclos de precipitación se están extremando. “Estos meses están siendo claramente más secos de lo habitual. Como contrapunto, hemos vivido periodos muy húmedos desde 2013, que se encuentran entre los primeros del ránking de los últimos 50 años (enero a febrero de 2013, enero a abril de 2018, noviembre y diciembre de 2019 y 2021). Parece claro que las precipitaciones se están concentrando mucho y que en verano cada vez más parte del total de la lluvia viene de tormentas y eso no es lo mejor. Harían falta muchos días seguidos de lluvia generalizada para que empape bien el terreno y de momento no lo vemos”.

Este verano solo ha llovido en contadas ocasiones. El jueves 4 de agosto cayeron 11 mm en el aeropuerto, donde no había precipitado desde el 6 de julio. “Es habitual encontrar 30 días sin lluvia en verano, no es tan raro. Pero el problema es cómo veníamos de mayo y junio. El mayo más seco de los últimos 50 años y el quinto junio con menos precipitaciones. Se juntan cien días con muy poca lluvia y empieza a ser un periodo demasiado largo”, concluye.

Llega el tercer episodio de gran calor

Navarra vivirá esta semana el tercer episodio de gran calor de este verano. Ya se ha activado la alerta amarilla por altas temperaturas hasta el miércoles y el aviso podría subir a naranja a partir del jueves. Estos días, el mercurio se aproximará a los 40ºC en toda la Comunidad Foral en un episodio de gran calor que destacará también por ir acompañado de unas temperaturas mínimas especialmente elevadas.

El delegado de la Aemet en Navarra, Peio Oria, asegura que viene una semana muy calurosa, incluso más que la anterior. “Las máximas estarán por encima de los 35ºC y desde el jueves hasta el sábado se pueden aproximar a los 40ºC, puede que incluso más en la vertiente cantábrica. Luego, destaca que las mínimas de esta semana van a ser muy altas, por encima de 20ºC prácticamente todos los días y, en el caso de la Ribera, incluso de 22 o 23ºC. También habrá riesgo de alguna tormenta, sobre todo en Pirineos y hacia el fin de semana”, señala.

El riesgo de incendios seguirá siendo extremo en toda Navarra y las jornadas del jueves y el viernes pueden ser especialmente peligrosas porque habrá viento sur sostenido. La buena noticia es que parece que domingo, lunes y martes de la semana que viene podría haber una importante bajada de las temperaturas.

Los embalses, al 45,57% de su capacidad

Empieza a preocupar la situación de los embalses navarros, que se encuentran actualmente al 45,57% de su capacidad. La sequía que sufre la Comunidad Foral desde mayo está afectando a la capacidad de los embalses navarros y especialmente sensible es la situación de Yesa (al 35,3%) e Itoiz (al 51,3%), dos de los principales suministradores de agua tanto para consumo humano como para regadío. 

El mes de mayo más seco del último siglo y los meses de junio y julio especialmente cálidos y sin precipitaciones han provocado que el agua almacenada del conjunto de los embalses navarros haya descendido del 66% de junio al 45% actual. 

Salvo el de Irabia (48,1%), el resto de embalses de la Comunidad Foral tienen un volumen algo superior en estos momentos: Eugui está al 64,8%, Alloz al 67,3%, Urdalur al 70,8% y Nagore al 85,4%.