El partido entre el Aspil Jumpers Ribera Navarra y el Manzanares se tuvo que detener durante diez minutos porque la pareja de colegiados del encuentro, Francesc García Donás Salvador y Bernardo Simón Benet, denunciaron haber recibido unos insultos por parte de un sector de la grada, hechos de los que el club ribero se defiende.

El acta del encuentro recoge, en el apartado de inicidencias sobre el público, “a falta de 4: 59 para finalizar la primera parte, el juego fue detenido motivado por los insultos que se proferían desde un sector de la grada local, consistentes en: “ me cago en tu puta madre, hijo de la gran puta” de forma agresiva en repetidas ocaciones hacia mi persona. En este momento, se activa la primera medida del Protocolo de Actuación sobre la Violencia Verbal. A falta de 10:45 para finalizar el encuentro, vuelven a repetirse dichos insultos desde el mismo sector de la grada, nuevamente hacia mi persona. En este momento es cuando se activa el segundo punto del protocolo, anteriormente mencionado. los jugadores junto al equipo arbitral abandona la superficie de juego. Una vez en el vestuario, el club junto a las fuerzas de seguridad nos informan que se han desalojado a los implicados en dichas acciones. En este momento, junto al aviso por megafonia, se reanuda el juego”.

Cuarto incidente en Tudela

No es la primera vez que el Ciudad de Tudela acapara los focos por gestos polémicos. Existen tres antecedentes en la élite, uno de ellos provocados por la afición rival. En diciembre de 2019, un aficionado profirió un insulto racista a Araça, de Osasuna Magna, un hecho que provocó que el capitán, Roberto Martil, se encarara con el espectador, a quien le señaló y le recriminó su actitud xenófoba.

En marzo de 2021, fueron los jugadores del Jaén quienes provocaron la polémica al querer invadir la grada, por detrás de la tribuna principal, provocando una tensión que contagió al resto del pabellón. En quel encuentro intervino la Policía Nacional para dispersar una trifulca que no quedó reflejada en el acta arbitral.

Poco más de un año después, en mayo de 2022 se volvían a ver las caras en el mismo escenario los mismos equipos. Ribera y Jaén se midieron en un encuentro en el que la pareja arbitral, Sergio Sánchez Llorente y Víctor Toca Campo informaron en el descanso del encuentro a la Policía Nacional que habían sido amenazados por un aficionado del Jaén, que fue identificado y expulsado del recinto. Al final del partido, los colegiados cántabros tuvieron que salir escoltados por los agentes hasta la salida de la ciudad agradeciendo la protección policial. Ahora, y a espera de que se tomen medidas, el Aspil espera una sanción.