Jhonatan Linhares vuelve a Anaitasuna. Esta vez el ala brasileño, de 31 años, lo hará defendiendo la camiseta del Jimbee Cartagena, vigente campeón de Liga, por el que fichó esta temporada tras permanecer cuatro años vinculado a Osasuna Magna. En el club navarro dejó una huella imborrable, no sólo por su calidad como jugador y su entrega, sino también por su afabilidad, respeto, educación, personalidad y compañerismo en el vestuario. Linhares podrá jugar de nuevo en Pamplona tras recuperarse de la rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha, lesión que se produjo en un derbi amistoso en febrero contra el ATP Tudelano, que le ha mantenido ocho meses alejado de las pistas. El trabajo ha sido arduo, pero la magia ya ha regresado. El partido será este viernes a las 21.00 horas y seguro que al brasileño no le faltan los aplausos de la afición verde en su vuelta a casa.

Una semana especial para usted.

Sí, bastante. Es volver a Pamplona después de los cuatro años que jugué allí, también tras la lesión que sufrí. El encontrarme con mis excompañeros del Xota y con la afición. Tengo ilusión por estar ahí. Va a ser un momento bonito.

¿No se le va a hacer un poco raro venir a Anaitasuna y jugar con una camiseta que no es la verde?

Claro, seguramente. Al final fueron cuatro años y tengo mucho cariño por el Xota. Sí que me va a parecer raro, pero forma parte de nuestra profesión y en el partido tendré que defender con todas mis fuerzas al Jimbee Cartagena.

Ya está de vuelta tras la lesión. ¿Cómo se encuentra?

Bien. Ahora voy cogiendo sensaciones y confianza poco a poco, en los partidos y en los entrenamientos. También voy conociendo más a mis compañeros. Me encuentro bien, cada día mejor.

“Al final fueron cuatro años y tengo mucho cariño por el Xota. Sí que me va a parecer raro jugar en contra”

Su vuelta a las canchas, además, fue inmejorable. Anotando un gol en la victoria ante el Córdoba.

Sí, fue bastante emocionante. Apenas entré en la pista, cuando toqué por segunda vez el balón creo, acabó por ser gol. Metí un tanto y salí bastante contento. En ese momento pasan por la cabeza todos los meses que pasé sufriendo, lejos de la pista, dedicando las vacaciones a entrenar, cuando todo el mundo se iba. Este año no he podido volver a Brasil y estar con mi familia, me quedé trabajando. Y una vez salí y metí el gol, sentí mucha emoción. Recuerdas esos momentos y piensas que al final vale la pena todo el esfuerzo y todo el sacrificio para disfrutar de nuevo dentro de la pista.

Y ahora está jugando e incluso la Champions.

He jugado los tres partidos de la Champions y también en la Liga. Sí que estamos gestionando todo el tema de los minutos, porque ha sido una lesión importante, y hay que tener cuidado.

Disputa la máxima competición europea a nivel de clubes. La ilusión será enorme.

Sí. Es emocionante jugar esta competición. Los jugadores siempre queremos jugar este tipo de torneos, disputar partidos en Europa, en otros países, y ante los campeones.

Está jugando la Champions con un equipo que ahora mismo está en la parte alta de la clasificación y que vuelve a aspirar a todo. Está cumpliendo un sueño, ¿no?

Sí. Estoy en un equipo que está arriba, jugando varias competiciones –tenemos también la Supercopa más adelante–, pronto disputaremos la Elite Round de la Champions... Estamos en varios torneos y jugando siempre con la intención de ganar. Yo tenía esa ambición y la estoy cumpliendo poco a poco.

“Tras la lesión voy cogiendo confianza y sensaciones poco a poco. Estoy bien, cada día mejor”

Muy diferente pelear por no descender a hacerlo por los títulos.

Claro, es muy diferente. Pero cuando llegué al Xota noté que el club tenía ese ADN de competir y de pelear siempre para ganar, a pesar de las dificultades. Allí donde íbamos luchábamos por la victoria, daba igual contra quién. Allí ya empecé a construir esa mentalidad de que tenía condiciones y de que había que pelear para ganar. Ahora en el Jimbee hay más presión y más responsabilidad en ese sentido.

El Xota le permitió en su día dar el salto a la Liga española. Guardará muy buenos recuerdos.

Allí aprendí mucho y no sólo en cuanto a temas tácticos. Esa ambición también la trabajé en el Xota. Primero tres años con Imanol y luego un año con Miguel. Los dos son grandes profesionales y muy ambiciosos. Independientemente de las dificultades o de la plantilla, siempre preparaban los partidos para ganar, con la mentalidad puesta en la victoria. 

¿Está siguiendo a su exequipo? ¿Cómo lo ve?

Sí, sí, por supuesto. Siempre miro sus partidos. Allí sigo teniendo amigos y hablamos. El equipo empezó muy bien. Vi la pretemporada y estaba increíble. Ahora en la Liga, sobre todo en los partidos fuera de casa, está encontrando más dificultades, pero creo que es un tema también de adaptación, con los jugadores que han llegado. Veo al equipo bien, de nuevo competitivo, con condiciones de jugar contra cualquiera y muy fuerte en casa. En Anaitasuna mandan en los partidos y están logrando buenos resultados.

El Jimbee va a llegar a este partido tras jugar jornada entre semana –el martes ante el Palma Futsal–. ¿Le puede influir o cree que no, puesto que es un equipo confeccionado para varias competiciones?

Nuestro equipo se ha construido sabiendo que durante la temporada vamos a jugar muchos partidos y la plantilla es larga. Hay jugadores suficientes para disputar los encuentros que haga falta. Es cierto que venimos de una semana dura, pero estamos preparados para afrontar los partidos y si ponemos todo de nuestra parte estaremos en condiciones de ganar en cualquier lugar.

Si marca un gol ante el Xota, ¿lo va a celebrar o no? ¿Lo tiene ya pensado?

Sí, sí, ya lo tengo pensado. No voy a celebrarlo, lo tengo claro. Por una cuestión de cariño y de respeto por el Xota, por todo lo que me dio en los cuatro años en los que jugué allí.

Para terminar, ¿qué tal se ha adaptado a Cartagena?

Es bastante diferente a Pamplona, pero poco a poco mi mujer y yo nos estamos adaptando bien. Me gusta el clima, hace más calor. Estamos en noviembre y a veces salgo de casa en camiseta y pantalón corto (se ríe). Y con el grupo me estoy llevando bien, los chavales me están ayudando bastante. Nos vamos adaptando.