pamplona - Hace exactamente un año, Íñigo Valencia era destituido como entrenador del Tudelano de Segunda B. Nada le hacía pensar que 12 meses después estaría asentado en Teherán como profesional del fútbol. Es el preparador físico del entrenador argentino Gabriel Calderón, que tiene como segundo al técnico de Fustiñana Joaquín Gil. Está encantado. Sólo le apaga la sonrisa estar tan lejos de su mujer y de su hija de 5 años.
¿Cómo surge la oportunidad de marcharse al fútbol profesional iraní?
-Joaquín Gil me comentó esta posibilidad en verano. Ya cuando estaba como entrenador del Tudelano había surgido una oportunidad de ir a Egipto, pero en aquel momento la rechacé. Había alguna otra cosa tanto en Segunda B como en el extranjero y en esas estaba cuando el 30 de junio Joaquín Gil me llamó y me dijo: “Si quieres, estas son las condiciones. El vuelo sale esta noche”. No hubo mucho tiempo para pensar. Lo hablé con mi mujer y cogí el avión. Tenía riesgo de quedarme sin nada y las condiciones que ofrecían aquí tanto a nivel deportivo como económico eran irrechazables.
El Persépolis es un aspirante al título en Irán.
-Es el Real Madrid de aquí. El equipo con más afición y a nivel mediático es una locura. Nos ha tocado ir a jugar con 70.000 personas en un campo. Es un salto muy grande con respecto a donde yo venía y es muy difícil que una oportunidad así te pueda llegar en Europa.
Le da la oportunidad de vivir una experiencia profesional.
-Sí. Aunque la Segunda B cada vez se está profesionalizando más, aquí es otro nivel. En cuanto a jugadores, en el equipo tenemos a seis internacionales absolutos, los entrenamientos, la repercusión... Y en enero empezamos la Champions, que en Asia es en año natural.
¿Cómo cambia el trabajo de preparador físico en Segunda B y en la Primera División iraní?
-Sobre todo cambian los medios. Aquí dispones de un gimnasio con todo el equipamiento necesario y todo lo que pides te lo conceden. Por lo demás, el fútbol es fútbol y a los jugadores tienes que acabar ganándotelos. En ese sentido, yo disfruto aquí igual que lo hacía en Tercera División, antes del ascenso del Tudelano, y el trabajo me gratifica igual, lo que ocurre es que tienes más recursos que allí.
¿Cómo llevan el tema del idioma?
-Hablamos en inglés, pero tenemos un traductor iraní que nos traduce el castellano a persa. El idioma no es problema.
¿Cómo se vive en Teherán?
-Muy bien. Es una ciudad de 14 millones de habitantes y vivimos en la zona norte. Es la zona elitista de la ciudad y hay muy buenos restaurantes, cine, gimnasio, piscina, parques... Me recuerda en ciertos aspectos a Barcelona. Es un sitio fantástico para vivir. Hace unas semanas estuvo mi padre y regresó encantado. Yo venía con muchas reservas, pero me he encontrado una ciudad buenísima y una gente muy hospitalaria. Más abierta de mente de lo que yo esperaba. Con el embargo de EEUU, lo que ha desaparecido es la clase media. En el sur hay pobreza y en la zona norte hay mucho dinero, mucho Porsche, mucho Ferrari... Si tienes euros, tienes mucho dinero. Comer en un restaurante cuesta 5 euros. Para ellos es un dineral. Los utilleros, el conductor... te hacen darte cuenta de la realidad de aquí.
Las mujeres no pueden entrar a todos los estadios.
-Ahora les han permitido entrar a los partidos de la selección, que juega en nuestro estadio. Pero en Liga es más difícil porque no en todas las ciudades la situación es la misma. Creo que todo el mundo está favorable a que se les permita la entrada.
Su mujer y su hija siguen en Tudela. No hace falta preguntar qué es lo que más echa de menos.
-Está claro. Es lo más duro. Al menos ayuda el hecho de que haya parones FIFA. He estado ya dos veces en España y en noviembre vuelvo. Si hubiera firmado en un equipo de Segunda B de Andalucía vería menos a mi familia que estando en Irán, ya que allí la competición no se para. Se echa en falta a la familia, pero con las videollamadas y las fechas FIFA nos apañamos. Cuando firmé ya le dije a Calderón que para mí trabajar en un club como Persépolis y estar con él, con toda la experiencia que tiene, yo lo hacía gratis, pero me tenían que pagar muy bien por estar lejos de mis dos chicas. Es un contrato de un año, prorrogable uno más. Pero mi mujer tiene trabajo en Tudela y en esto del fútbol las cosas no están como para dejar un trabajo. De momento lo llevo bien y ojalá podamos acabar y marcharnos con algún trofeo a Tudela. A los que nos gusta esto, incluso el día que tienes un poco de bajón, acabas yendo a entrenar y esos días más bajos te los acaba arreglando el fútbol.
¿Cómo es un día a día?
-A las 9.00 estamos en el club, eso significa que hay que madrugar, porque está a 40 km de casa y el tráfico es una locura. Hay días que tenemos hora y media para llegar a casa. Entrenamos, comemos y por la tarde trabajas pasando los datos de los GPS y preparando el siguiente. Los ratos libres vamos a correr a algún parque y cenamos fuera, porque se come muy bien y tal y como la moneda está devaluada merece la pena. Se come muy bien. Menos cerdo, hay de todo. Soy vecino de Joaquín. Cada uno tiene su apartamento, pero compartimos conductor. Aquí estás en el mejor equipo de Irán, y uno de los mejores de Asia. Nunca se sabe qué traerá el futuro. El otro día leí que en la India hay 25 jugadores españoles y seis entrenadores (entre ellos Kibu Vicuña). Asia es un buen destino para jugadores y técnicos españoles. No cierro las puertas a nada.
Irán está conectado a Navarra a través de los exosasunistas Nekounam, Masoud y Ansarifard.
-Contra Masoud nos hemos enfrentado, porque sigue jugando, y Nekounam está entrenando y tiene de preparador físico a Josu Sesma. Masoud nos dijo que de todos los sitios en los que ha estado, al que más cariño guarda es a Osasuna.
A la selección de Irán se le ve competir en los Mundiales, lo que indica que el nivel del fútbol es bueno.
-Sí. A nivel de Asia Irán es de las mejores selecciones. No se puede comparar con España, pero tenemos futbolistas en el equipo que podrían jugar en Segunda o en Primera. De hecho, Irán estuvo en el grupo de España en el Mundial y perdió 1-0, nuestro portero le paró un penalti a Cristiano Ronaldo... Hay un buen nivel. Yo aprendo de estos jugadores. El feedback que te dan al trabajo que tú haces es algo que te vas metiendo en la mochila. El nivel es alto y cuanto mejor es la herramienta, más disfrutas trabajando.
Tiene contrato hasta junio. ¿Le gustaría alargar la experiencia?
-Si hubiera otra oportunidad, debería merecer la pena como para traerme a la familia. Un año puedes pasar así, pero me veo con dudas de si me engancharía en otro proyecto después de descansar sólo unos días en verano. Es una experiencia fantástica que personal y profesionalmente me está haciendo crecer, pero tener a la familia lejos es duro.