Lo contaba en estas páginas el psicólogo Luis Astrain, a propósito de la importancia de un buen entorno para todo deportista: “Una tenista perdió en el US Open y comentó: ‘Lo peor es que ahora nueve millones de personas me van a machacar en las redes sociales...”. A Nico le han intentado hacer lo mismo desde que falló dos claras ocasiones ante Osasuna, hasta el punto de que tuvo que salirse de las redes sociales. Por fortuna, Nico tiene un gran entorno: el de su familia –no puede tener más cerca y más pendiente de él a su hermano Iñaki–; el de su técnico y su equipo, que valoran la calidad que atesora ya con apenas 20 años; y el de su afición, que ese día le despidió con aplausos. Y, así, con ayuda, es mucho más fácil que los vómitos de cuatro trolls descerebrados no le quiten ni un segundo de sueño.