Van a acusarnos –por supuesto, con razón– de que nos repetimos mucho por este rincón, pero es que más se ha repetido Mendilibar estos dos meses. Y es que, sí, en efecto, lo ha vuelto a hacer: dar la campanada con el Sevilla, ese juguete roto que le pusieron en las manos para que lo arreglara a tiempo para no bajar a Segunda, y al que no solo salvó por la vía rápida sino que acaba de darle un título europeo y de meterlo en la próxima Liga de Campeones. Y todo ello desde la normalidad, la sensatez y la sencillez, para pasmo de esos pijoaficionados de morro fino que se creían que a un equipo como el Sevilla solo puede dirigirlo con éxito un reducido número de místers meacolonias con carné de gran entrenador, pero no un tipo bregado en mil batallas futboleras y en el Top 10 de técnicos con más partidos en Primera. Y ahora, como siguen sin entender nada, hablan de milagro los muy zoquetes.

Oferta de renovación

"Hace semanas que lo medios nos preguntan por qué no hemos renovado a José Luis Mendilibar, y era porque esa noticia está reservada para ustedes, los sevillistas que nos han ayudado a llegar a la final y han llevado al equipo en volandas ante el United y la Juventus. Hemos ofrecido un contrato a Mendilibar para que siga con nosotros. Viva el Sevilla", dijo el presidente Castro ayer en el Pizjuán.