Si es amante del café, eso no significa que no puede disfrutar también de una buena taza de té, según la ocasión. El mundo del té es sumamente amplio y conocido por sus propiedades relajantes y sus beneficios para la salud mental y física. Ahondar sobre sus efectos lleva a explorar cómo estas infusiones naturales pueden mejorar significativamente la calidad de vida de quienes las consumen.

Si le encanta el té debe saber que existe una pequeña esfera que esconde un arte milenario. Esta delicadeza exagerada, que parece una novedad en el Estado, en realidad tiene siglos de antigüedad. Su origen proviene de China, pero no se conoce con exactitud de qué lugar. Algunas fuentes la sitúan en la Dinastía Song, como deleite visual y elegante tradición destinada a los emperadores, guerreros y sabios: todo una arte para tetera, las flores de té.

No debe confundirse con las flores propiamente dichas que se emplean para infusionar directamente. Las llamadas flores de tés son infusiones individuales con aspecto de pequeño capullo esférico, formado con finas hojas y coronadas con una flor. Y es que en seco no despierta mucho interés visual ni olfativo, pero al verter en agua caliente sobre ella se desata un proceso de gran belleza visual que inunda el ambiente con aromas florales.  

Cómo se elaboran

Las flores de té son confeccionadas por mujeres de dedos ágiles, capaces de crear hasta 400 flores esféricas al día. Con giros y vueltas de hojas, flores e hilos, producen bolas compactas de tés. Primero se unen cuidadosamente las hojas de té en la base. Luego, las flores secas como el jazmín, lirio, té verde, crisantemo, clavel, té blanco, solsticio de oro… se enredan juntas y se unen con las hojas de té.

Flores de té.

El orden de colocación determinará el estilo de la floración en el agua. Posteriormente, se envuelven en una tela para mantenerlas compactas hasta que se calientan a una temperatura muy alta para asegurar su forma. Algunos diseños simbolizan la felicidad, la prosperidad, la buena fortuna o el amor, mientras que otros representan conceptos, como una flor que florece en la primavera.

Cómo preparar la flor de té

Para poder disfrutar del espectáculo de la floración, se recomienda realizar la infusión en teteras de cristal, sin tapa, para poder apreciarla mejor. Y es que, al contacto con el agua, la esfera comienza a desplegarse poco a poco, liberando sus hojas y su flor se va posicionando en el fondo de la tetera, al mismo tiempo que el agua se va infusionando con su aroma. El proceso suele durar entre 6 y 10 minutos, hasta que la flor se haya liberado por completo. La flor se puede reservar y reutilizar varias veces para futuras infusiones, aunque ya no ofrecerá el mismo espectáculo como la primera vez en contacto con el líquido. También se puede conservar durante varios días en una jarra de agua fresca y fría como elemento decorativo.

Una curiosa preciosidad de ver

Las flores de té son un producto muy original que sin duda sorprenderá a quien no las conoce. Su precio es más elevado que el de los tés normales porque suelen venderse por unidades o pequeños sets, por lo que son adecuadas para momentos especiales. Las flores de té pueden ser un excelente regalo o un detalle para agasajar a un ser querido o a invitados en casa, quienes sin duda disfrutarán tanto del espectáculo visual como del sabor del té. 

Dónde adquirirlas

Con las flores de té se puede redescubrir la infusión favorita en un formato único y especial que enamorará a los sentidos porque son bellas y agradables a la vista y al olfato. Por eso, te recomendamos buscar estas piezas de arte en tiendas especializadas de té, mercados orientales o comercios en línea.