Hace quince días le preguntaron a Sofía Suescun por el fin de Sálvame, que va a tener lugar este viernes después de 14 años en antena, y la influencer navarra ofreció una respuesta bastante contundente: “Voy a ser superjusta y objetiva: no me alegro como tal; podría alegrarme por algún momento que me han hecho daño, se han inventado cosas… Creo que es un error que se acabe, pero nada es para siempre, sé que se reinventarán, pero lo que sí que me alegro de que se acabe Sálvame para que muchos colaboradores se vayan ya a su casa a descansar y que ya asuman que se acabó su cometido en la televisión, que están muy vistos, que aburren a los muertos; no te queremos ver más, cariño”, dijo a El Televisero.

Cuando le preguntaron a qué colaboradores se refería no quiso dar nombres, pero terminó admitiendo que hablaba de Kiko Matamoros, Kiko Hernández y Belén Esteban. “Sí, la verdad, me alegro de que descansen. No aportan nada al programa, ya cansan, no dicen nada nuevo, están con la cara de amargados. Hay que asumir que el momento de uno acaba y ya está. Pero no es fácil estar en Sálvame, yo no podría, eso siempre lo voy a valorar y respetar. Es muy difícil y muy duro”.

Pasaban los días y los aludidos no respondían, pero lo han hecho finalmente en Sálvame, cuando se han inventado una especie de rueda de prensa de despedida de los colaboradores ante las preguntas de jóvenes estudiantes de Periodismo. Ahí han salido a relucir las declaraciones de Sofía Suescun y Kiko Matamoros no ha tardado en lanzarse a contestar, tirando de ironía. “(Esas palabras) nacen de una superioridad moral e intelectual que a nosotros nos rebosa, que está por encima de lo que hacemos y de nuestra capacidad”, ha comenzado, añadiendo que lo que opine la pamplonesa a él no le importa. “A mí me interesa lo que piensa de nosotros la gente de la calle, el público del que nos vamos a despedir siendo líderes en nuestra franja y que nos ha dado su apoyo. A mí el olor a goma reventada no me interesa”.

Belén Esteban, visiblemente enfadada, respaldaba las palabras de su compañero y trataba de contenerse. “Si hubiera respondido yo, te aseguro que hubiera respondido de diferente manera”, se limitaba a decir la empresaria de gazpachos.