El lavavajillas es uno de esos electrodomésticos que sin ser imprescindibles prácticamente no pueden faltar en ningún hogar. Nos ahorra mucho tiempo al enjabonar, aclarar y secar toda la vajilla por nosotros, una tarea que experimentamos como ardua y engorrosa en las situaciones en las que no disponemos de él.

Para un correcto funcionamiento del aparato es importante llevar a cabo un buen mantenimiento y para ello es imprescindible saber cómo hacerlo. Utilizar la temperatura adecuada (entre 51 y 60 °C), usar un detergente de buena calidad y en la cantidad necesaria (más no es mejor), abrillantador para evitar manchas y rayas en la vajilla, y sal para ablandar el agua, son algunos aspectos básicos que hay que tener en cuenta para que el lavavajillas nos dure más tiempo en las mejores condiciones. 

Limpiar el filtro regularmente y secar la goma de la puerta después de cada lavado para evitar que se pudra son otras dos acciones imprescindibles para garantizarle a tu electrodoméstico una larga vida. 

Un hombre coloca los platos en el lavavajillas. Freepik

Cómo debe estar la puerta

Si hay una duda que nos asalta al poner el lavaplatos es qué debemos hacer con la puerta una vez que el aparato haya concluido el lavado. ¿Debemos abrirla enseguida o es mejor mantenerla cerrada

Pues bien, los expertos lo tienen claro y nos dan un consejo: lo más adecuado es dejar la puerta abierta, pero recomiendan esperar unos minutos antes de hacerlo para evitar que salga demasiado vapor, ya que podría dañar la encimera de la cocina o los muebles de madera.

Pasado un breve plazo de tiempo, deberemos abrirla para que termine de salir el vapor, lo que acelerará el proceso de secado y enfriamiento de la vajilla de forma que tus platos, vasos y cubiertos estarán listos y relucientes para volver a sus correspondientes armarios y cajones. Si tu cocina es pequeña, puedes abrir un poco la ventana o el balcón para deshacerte rápidamente de la humedad que desprende el aparato. 

Y una vez que hemos terminado de recoger el lavaplatos, ¿cómo debemos dejar la puerta? Pues en este caso se recomienda dejarla un rato abierta para que se enfríe y se seque del todo, y una vez que el interior del electrodoméstico esté frío y seco, si quieres puedes cerrarla

Un lavavajillas abierto y listo para recoger. Freepik

No más de cuatro días

Los expertos recomiendan además que la vajilla, tanto limpia como sucia, no pase más de cuatro días en el interior del lavavajillas. Puede darse el caso de que tengas que poner el lavaplatos y no puedas esperar a que termine el lavado para poder abrirlo. Si además vas a ausentarte de casa no solo unas horas sino unos días, la cosa se complica más. 

Y es que, a partir del cuarto día las bacterias que hayan sobrevivido al lavado podrían reproducirse y propagarse por los útiles de cocina y por el lavavajillas. Además, si el aparato permanece cerrado, podrían aparecer moho y olores desagradables.

En el caso de los platos sucios tampoco está recomendado que pasen muchos días en el lavavajillas, ya que podrían convertirse en un caldo de cultivo de bacterias, un refugio de plagas (roedores, hormigas o cucharachas podrían sentirse atraídos por los residuos de comida), un nido de malos olores y, además, al resercarse la suciedad, haría más difícil su posterior lavado. 

Ahora que sabes cómo debes cuidar tu lavavajillas, préstale la atención y los cuidados necesarios y deberías tener electrodoméstico para tiempo. ¡No quieras experimentar la falta que te hace cuando no lo tienes!