Seguir una dieta sana y equilibrada, hacer ejercicio y, por supuesto, dedicar las horas necesarias a dormir son las tres claves principales para estar sanos. Según la Organización Mundial de la Salud, popularmente conocida como la OMS, una persona en edad adulta debe descansar al menos 6 horas al día.

Una serie de horas en las que el cuerpo repara tejidos, fortalece el sistema inmunológico, mejora la memoria, el aprendizaje, la resolución de problemas y la concentración, regula las emociones, reduce el estrés y reduce el riego de desarrollar problemas de salud mental como la depresión y la ansiedad, entre otras. Tal es su importancia, que es fundamental contar con el colchón y la almohada que mejor se ajuste a las necesidades del cuerpo.

Eso sí, elegir la almohada y el colchón que mejor encaje no siempre es tarea sencilla. Tal y como señalan los profesionales de la Organización de Consumidores y Usuarios, popularmente conocida como la OCU, para elegir un colchón antes de todo hay que evaluar el tipo de colchón y después habrá que analizar la firmeza adecuada y el mejor material del colchón.

Tipos de colchones

Dentro del amplio mundo de los colchones, la OCU distingue entre los colchones de muelles, los de espuma de poliuretano y los que tiene capa de espuma viscoelástica.

Colchones de muelles

Los colchones de mulles pueden ser de muelles independientes, continuos o embolsados. Los independientes tienen un núcleo formado por múltiples muelles metálicos colocados en vertical, que se estrechan en su tramo central y están enlazados unos a otros por hilos metálicos. En los colchones de muelle continuo, el entramado está hecho a partir de un único hilo de acero. Los colchones de muelles embolsados están formados por cientos de muelles independientes, metidos en saquitos de tela individuales y unidos por una sujeción muy fina.

Colchones de espuma de poliuretano

Los colchones de espuma de poliuretano se parecen, tal y como los describen desde este organismo, a un "bizcocho" de capas de poliéster y poliuretano lleno de miles de pequeñas celdillas o burbujas de aire, y cubierto por una funda. Dependiendo del número de celdillas, de su tamaño y de los agentes cohesionantes que lleve la espuma, el colchón será más o menos firme. En general, a mayor ligereza, más blandura y peor envejecimiento.

Colchones con capa de espuma viscoelástica

Los colchones con capa de espuma viscoelástica están recubiertos por una o varias capas de una espuma especial que se amolda al cuerpo bajo los efectos del calor y la presión, ofreciendo una óptima distribución del peso corporal.

Colchones de látex 

Los colchones de látex están hechos de espuma de látex natural, látex sintético y materiales auxiliares usados en distintas proporciones. Hay colchones que combinan látex natural y sintético. Los colchones de látex ofrecen un sostén bastante firme, pero al mismo tiempo son muy flexibles y se adaptan bien a los contornos del cuerpo, distribuyendo la presión de manera uniforme.

5 preguntas que, según la OCU, hay que responder antes de elegir colchón

¿Cómo duermes?

Si se duerme boca arriba, en posición supina, sobre la espalda, la OCU recomienda escoger colchones duros. Por el contrario, si se duerme de lado, conviene un colchón de menor firmeza, que permita al hombro hundirse levemente, hasta encontrar una posición cómoda.

¿Cuánto pesas?

Si se pesa bastante, se necesitarán colchones firmes, que ofrezcan buena sujeción. Las personas más ligeras necesitan también colchones de mayor flexibilidad, que se adapten a su contorno para repartir mejor el peso.

¿Te mueves mucho?

Si una persona se mueve mucho mientras duerme, le conviene un colchón algo más duro que le permita girarse sin esfuerzo.

¿Pasas calor?

Si la persona en cuestión pasa calor, suda con facilidad o vive en un lugar cálido, los colchones de muelles le convendrán más, pues se ventilan mejor y son más frescos. Si la persona es friolera o vive en un lugar frío los modelos de espuma, de látex o de material viscoelástico guardan más el calor.