Los electrodomésticos juegan un papel importante en el día a día de los hogares. Contribuyen de manera significativa a mejorar la calidad de vida y optimizar las actividades diarias.
Según apuntan los especialistas de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) hay aparatos sin los que no podemos pasarnos, es decir, que son imprescindibles. Los electrodomésticos a los que hacen alusión son frigorífico, lavadora, lavavajillas, placa de cocina y horno. Junto a estos, hay otros que, en la línea con lo que comentan, completan el equipamiento de nuestra cocina y pueden ser de gran utilidad, aunque su uso está menos generalizado. Son la secadora, el microondas, el robot de cocina, la cafetera y la freidora de aire.
Uno de los que la OCU considera como de gran utilidad y que, según los especialistas de este organismo, complementa el equipamiento de la cocina es la secadora. Un electrodoméstico que, según apuntan desde Balay, "no solo se encarga de cuidar tu ropa, sino también te ayuda a ahorrar mucho tiempo incluso en los días de lluvia".
Un electrodoméstico que, junto con el frigorífico, es uno de los que más consume. Según indican desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) "quien utilice con frecuencia su secadora a la larga lo notará en la factura, pues cada programa de secado puede consumir, de media 2,1kWh". Pero hay vida más allá de la secadora.
Los trucos definitivos para secar la ropa los días de lluvia que está arrasando
Ventilador o secador de pelo
Una de las alternativas a la secadora es el ventilador o el secador de pelo. La clave está en ajustar el secador a una temperatura media o baja y dirigir el aire caliente hacia la prenda mientras se agita suavemente. Para que esta técnica sea más efectiva, se recomienda colgar la ropa en una percha y trabajar sobre ella. Eso sí, es importante mantener el secador a una distancia adecuada para evitar dañar la prenda y no utilizarlo en prendas delicadas. En caso de tejidos como la lana, es preferible usar temperatura fría.
Toalla
Otro truco es recurrir al uso de toallas. Para ponerlo en práctica solo hay que colocar la prenda húmeda sobre una toalla, enrollar ambas prendas y retorcerlas para escurrir todo el agua.
También se puede colocar la ropa entre dos toallas limpias y secas y presionar para que las toallas absorban la humedad de cada prenda de ropa por los dos lados.
Darle la vuelta a la ropa
Un método que consiste en darle la vuelta a las prendas varias veces para que se seque de manera uniforme y no quede zonas mojadas.