¿Cómo reacciona la juventud cuando les cuenta que sobrevivió a 27 puñaladas y que, pese a todo, decidió seguir adelante?

—Se asombran sobre todo por tenerme delante de ellos, sonriéndoles. Mi actitud es lo que les descoloca.

¿Qué le preguntan?

-Cómo encontré fuerzas para seguir sin miedo, para confiar y enamorarme después. Quieren saber detalles del día de la agresión. ¡Soy un episodio de Neftlix delante de ell@s!

¿Reaccionan igual ellas y ellos?

—El grado de tolerancia ante la violencia es lo que te hace empatizar con una víctima y la sensibilidad no entiende de sexos, tiene muchas aristas.

¿Son conscientes de la violencia machista?

—En muchos casos, ven el tema muy lejano a su realidad y solo ponen el foco en las consecuencias pero yo se lo giro hacia el origen del conflicto. Haciéndoles ver que esas actitudes les rodean y las normalizan. Explicándoles que tod@s podemos ser víctimas potenciales de violencia, los estereotipos son terribles y más en estas edades. Dramáticos finales comienzan en cosas nimias. Si no lo acerco a su mundo y sus inquietudes no conectan con el problema.

Muchos estudios señalan que los jóvenes de hoy siguen teniendo actitudes machistas. ¿Qué opina?

—Hay chavalería fantástica, implicada en crecer de forma sana emocionalmente hablando y otro bloque a años luz, asumiendo roles tóxicos y retrógrados.

¿Cuál es el mensaje que le gustaría que calase en su público?

Mis chic@s salen de “inVISIBLES” con el alma tocada y la cabeza revuelta y eso me parece fundamental! Tienen que reorganizar sus prioridades de vida. Hay palabras que deben formar parte de sus stories: RESPETO, EMPATIA Y AMOR.

¿Por qué, cuando hay cada vez más instituciones y campañas promoviendo la igualdad, hay más casos de violencia machista?

—Con todos mis respetos, es evidente que las campañas no están llegando ni calando en quien debe. Me han hecho este tipo de comentarios tras nuestra sesión. Entran pensando que va a ser “otra chapada más” y cuando suena la sirena del recreo no se quieren ir. Les hablo desde la realidad vivida, con honestidad, con la dureza que requiere el tema, les dedico mi energía porque se la merecen! Me lo creo y ell@s también. Si alguien tiene la llave para cerrar esta lacra, son LOS JÓVENES.

¿Qué es lo que está fallando?

—La educación emocional es fundamental para formar niñ@s que salga al mundo con principios férreos de ser felices, de procurar y respetar la felicidad ajéna y de aportar a la sociedad para mejorar como colectivo. Por otro lado, la justicia debe plantearse endurecer las penas en estos delitos.

¿Su trabajo está sirviendo para algo?

—Me consta que ya he ayudado a personas con nombre y apellido. ¡Y eso para mí es muy grande! Los educadores me escriben después mensajes maravillosos, l@s jóvenes me hacen de su tribu, me agregan a sus redes. Se crea una atmósfera muy potente, llena de verdad. Crea conciencia, deja poso para revolver en casa. En el coloquio se sienten libres y eso es lo que quiero, que la violencia genere espacios de reflexión para combatirla y que no nos arrastre a agujeros sin retorno como este.