Antiguo aspirante a la presidencia del Gobierno español cada vez más claramente resignado a ser, con suerte, líder de la oposición: Anoté en esta misma ayer que todo hacía pensar que su encuentro con Pedro Sánchez dentro de la ronda de contactos de cara a la investidura del líder del PSOE no iba a servir para nada. Y creo que no erré mucho, aunque sí debo reconocer que, en su comparecencia tras la reunión, me hizo levantar una ceja.

Tras la amortizada ración de sapos y culebras contra los que rompen España, reveló que le había exigido a su interlocutor que preguntara a los españoles si están a favor de promulgar una ley de amnistía para los encausados por el procés. Vamos, que le exhorta a convocar un referéndum. Podríamos aprovecharlo para preguntar por otras cosas, ya sabe cuáles. ¿A que no hay narices?