san sebastián. Hondarribia se adjudicó ayer finalmente la bandera de La Concha al estimar los jueces el recurso presentado contra el triunfo de Urdaibai, ganadora inicialmente de la regata y luego descalificada y consigue así un título que logró por última vez en 1968.

Sobre las dos menos diez de la tarde, una hora después de haber terminado la jornada definitiva de la bandera de La Concha, desde el Ayuntamiento de San Sebastián llegó la buena noticia para la embarcación fronteriza, que comenzó a celebrarlo en el propio bote varado en el puerto donostiarra, ante la desolación de Bermeo Urdaibai.

El motivo del recurso presentado, y luego estimado, es que en el largo de vuelta la trainera vizcaína había cruzado sus remos en varias ocasiones con Hondarribia en la propia calle por la que bogaba la embarcación guipuzcoana.

Reunidos durante bastantes minutos los jueces de la prueba decidieron apreciar la apelación del club verde y de esta forma la bandera viaja a las vitrinas de Hondarribia, cuyos remeros lo celebraron a lo grande en el propio muelle de San Sebastián. Esta victoria corta una larga racha sin triunfos para Hondarribia en la prueba estelar del calendario de verano porque las últimas banderas las logró de forma consecutiva entre 1965 y 1968.

El enfado en Urdaibai tras conocerse el resultado de la reunión de jueces fue notable y algunos remeros mostraron de forma explícita su oposición a la descalificación de su trainera después de haber ganado las dos jornadas. Hubo incluso algún cruce de palabras, que afortunadamente no pasó a mayores.

lucha a tres Tres segundos de ventaja traía de la primera jornada Urdaibai con respecto a Hondarribia y seis con Orio por lo que la lucha se anunciaba sin cuartel. La climatología, que se anunciaba muy adversa, al final no incidió tanto e incluso la buena temperatura y el débil viento benefició a los remeros.

Urdaibai comenzó dominador, con Orio y Kaiku a un segundo, lo que permitía controlar y administrar su renta porque Hondarribia también llevaba un ritmo de palada algo inferior a los de Bermeo, pero siempre con opciones de remontar esos tres segundos. Nuevamente la ciaboga exterior permitió lucirse a Urdaibai, que se quitó la vigilancia de Kaiku, la alejó a cuatro segundos y enfiló el largo de vuelta en una posición de privilegio, con Orio a dos y su máxima rival, Hondarribia, a cinco. En el tramo final, en un pañuelo y con décimas de segundos de diferencia, Urdaibai, Hondarribia y Orio peleaban por la bandera cuando se produjo el incidente polémico.