pamplona. ¿Qué se siente al ser la primera en algo?
Se siente orgullo, principalmente. Estoy orgullosa porque ser la primera no es fácil. Pero a la vez es una gran responsabilidad.
No pudo debutar con la selección por culpa de una lesión. Pese a esto, ¿qué tal fue la experiencia?
Fue increíble, a pesar de la inoportuna lesión. La gente fue majísima conmigo, al segundo día ya era una más del grupo y todo fue alucinante. Me impresionó mucho la intensidad con la que se entrena y se juega, me pareció una burrada. Espero repetir porque ha sido genial.
¿Mejor o peor que tirar el cohete de Mendillorri?
Si te soy sincera, pasé muchos más nervios lanzando el cohete que en la selección. Llegué al lago, vi demasiada gente y me bloqueé. Tuve que leer mil veces lo que tenía que decir, empecé a pensar que podía equivocarme... No esperaba a tanta gente.
¿Por qué la eligieron a usted para dar inicio a las fiestas?
Entreno a unos chavales que están empezando, y como soy la única chica de la Asociación Deportiva de Mendillorri me preguntaron a ver si me daba vergüenza tirar el cohete. En aquel momento dije que no, aunque luego fui cambiando de idea y cuando llegó el día lo pasé un poco mal (se ríe). Pero no lo cambio por nada. Es un privilegio.
¿Por qué se metió a entrenadora? ¿Le parecía poco la portería del Orvina?
Un chico de mi clase era entrenador de niños y me pidió que fuese a ver a uno de sus porteros. Así empecé y ya llevo tres años. Me encantan los txikis y estoy muy a gusto.
¿Es el fútbol sala el hermano pequeño y olvidado del fútbol?
Por desgracia sí, aunque no tendría que serlo porque es un deporte como otro cualquiera. El fútbol sala está muy discriminado. Ni siquiera es un deporte olímpico, cuando en los Juegos tienen cabida deportes como el tiro, que de ejercicio sólo tiene mover un dedo. Me da pena, pero es lo que toca. Sólo nos queda esperar a ver si las cosas cambian.
Por no hablar del fútbol sala femenino...
Sí, claro. Hablan de igualdad entre sexos pero queda un mundo para lograr esa igualdad. En la selección sí que nos comentaron que chicos y chicas hacen lo mismo y son prácticamente iguales, pero lo cierto es que en muchos sitios ni se escucha hablar de fútbol sala, y mucho menos del femenino.
¿Por qué juega a fútbol sala pudiendo jugar a fútbol?
Empecé a jugar en el patio del colegio y me di cuenta de que me gustaba. En Orvina había equipo de chicas, mi madre me apuntó y ahí sigo. En el fútbol de campo se juega más al patadón y los porteros apenas tocan el balón. Es muy distinto, y yo ahora mismo no cambiaría el fútbol sala por nada.
¿Y cómo le dio por ponerse debajo de los palos?
Por casualidad. El primer año llegamos muchas chicas y no teníamos portera, así que fuimos turnándonos hasta que el entrenador me dijo que me veía bien debajo de los palos y que tendría más futuro en el Orvina siendo portera que siendo jugadora. Me lo tuve que pensar, pero creo que elegí bien.
Dicen que para ser portero hay que estar un poco loco. ¿Comparte esta idea?
La compartía hasta que hablé con el entrenador de porteras de la selección. Me dijo que el puesto de portero es el más importante del equipo, y que nadie sensato le confiaría tanta responsabilidad a alguien que está loco. Tiene razón. No creo que los porteros estén locos, aunque sí que están hechos de otra pasta: a nadie le gusta que le den balonazos.
¿Se puede compaginar el deporte en la élite con los estudios?
Cuesta pero se puede, aunque yo no soy un cerebrito precisamente. Si te pones en serio, lo sacas. Yo he tenido que faltar a varias clases, y el año pasado tuvimos que viajar a Bilbao para jugar la Copa de España y me perdí un examen. Por suerte, los profesores lo entienden y nunca me han puesto problemas. Cuando fui con la selección también me perdí un examen, pero me lo cambiaron de día y lo hice antes de irme. Además me dejaron elegir el día, así que no me quejo.
Me han chivado que las matemáticas le dan algún que otro quebradero de cabeza.
No me gustan nada. Es cuestión de entenderlas, y eso me cuesta. Este año espero aprobar todo a la primera y no dejar las matemáticas para septiembre como el curso pasado.
¿Al final aprobó?
Sí. Además me dieron la noticia el mismo día que me dijeron que no podría jugar con la selección por culpa de la lesión, así que por lo menos no todo fueron malas noticias.
Va a empezar segundo de bachillerato. ¿Piensa seguir estudiando cuando termine?
Pretendo seguir, aunque todavía no tengo muy claro por dónde tirar. Ya va siendo hora de darle vueltas a este tema porque si no me pillará el toro. Me gustan los niños, así que seguramente haré Magisterio o algo relacionado con el deporte. INEF, por ejemplo, para ser profesora de gimnasia.
¿Y el carné de conducir para cuándo? ¿Le sigue llevando a los entrenamientos del Orvina su compañera Rebeca?
Sí, Rebeca me lleva. Ya me he sacado el teórico y las clases prácticas las empezaré en breve. Espero sacármelo cuanto antes, es una prioridad.
¿Sigue la actualidad?
Suelo leer los periódicos y ver las noticias en la televisión, sobre todo los fines de semana que es cuando más tiempo tengo.
¿Qué le diría a Bárcenas si lo tuviese delante?
Si sólo fuese a él... Les diría a todos los políticos que se muevan de una vez y pongan de su parte para salir de ésta. Porque así no podemos seguir. Que espabilen todos, sin excepción. No me gusta nada cómo están haciendo las cosas.
¿Saldremos de la crisis? ¿Qué hay que hacer para empezar a ver la luz al final del túnel?
Lo primero que hay que hacer es mover a todos los políticos que están viviendo muy a gusto a nuestra costa. Saldremos de ésta porque más abajo no podemos caer, pero seguro que será poco a poco.
Tiene 18 años. ¿Sabe que en España hay una tasa de paro juvenil que supera el 50%?
Es triste, pero va a tocar emigrar como la cosa siga así. Espero que para cuando yo termine de estudiar todo vaya mejor, pero la cosa no pinta muy bien. Tengo primos que han tenido que irse fuera, a Los Ángeles y a Perú, porque aquí no encontraban trabajo. Es lo que hay.
¿Qué le parece que Madrid no vaya a acoger finalmente los Juegos Olímpicos de 2020?
Me da lo mismo, la verdad. Ahora no estamos para gastar dinero. Los Juegos crearían trabajo, sí, pero durante poco tiempo. Tarde o temprano caerán en Madrid, seguro, pero no sé si ahora era el mejor momento.
¿Qué cree que falló en la candidatura española?
Con la imagen que dimos, desde luego, tenía claro que no nos iban a dar los Juegos. Encima vamos abanderando la austeridad y mandamos a Buenos Aires a una delegación de 180 personas, cuando Japón, por ejemplo, envió a 70.
Los entendidos dicen que el tema del dopaje influyó. ¿Qué le parece esta práctica?
El deporte debería ser limpio, no tiene sentido que haya gente que compita dopada. Si quieres competir, hazlo porque realmente lo vales, no porque usas sustancias ilegales para ser lo que en realidad no eres.
¿Es España lo suficientemente estricta con el dopaje?
España siempre se mantuvo un poco al margen en este tema, hasta que se descubrieron casos alarmantes como la Operación Puerto en el mundo del ciclismo. Entonces trató de reaccionar, pero ha llegado tarde.
Como deportista, ¿no le hubiese hecho ilusión que Madrid fuese la elegida?
Me hubiese gustado ir, por supuesto, aunque el fútbol sala no sea olímpico (se ríe).
¿Sigue a Osasuna?
Claro, me gusta el fútbol y sigo al equipo de la tierra, aunque a veces hago mala leche. El día del Villarreal, por ejemplo, estuve viendo el partido en un bar y en el descanso me fui. No es sano.
¿Qué le parece el cambio de entrenador?
Mendilibar salvó al equipo el año pasado y se le dio la oportunidad de seguir, pero no ha funcionado y el cambio me parece que puede ser bueno. Se necesitaba un cambio, las cosas no pueden seguir así. Esperemos que el equipo vaya a mejor con el nuevo míster.
¿Qué opina sobre los casi 100 millones que ha pagado el Real Madrid por Gareth Bale?
Es una forma de hacer negocio. Pagan un montón por un jugador pero al día siguiente han vendido tantas camisetas que ya casi lo han amortizado. Tienen dinero y hacen lo que les de la gana, igual que los políticos. Luego los ciudadanos ya nos quejaremos, aunque no nos escuchen.
¿Qué hace Ana Etayo en su tiempo libre? ¿Cuáles son sus aficiones?
Mi afición principal es el fútbol sala, que me roba casi todo el tiempo libre. A los viajes con el Orvina me toca llevarme los libros para estudiar, pero también suelo ver películas y escuchar música.
Sé que es muy tuitera...
Sí, uso mucho el móvil, y también Twitter. Lo suelo usar más para leer que para escribir. Suelo mirar los resultados de otros equipos después de los partidos, leo noticias... Es una nueva forma de estar informado al instante.