Carné. Pedreña (Marina de Cudeyo, Cantabria). 9 de abril de 1957 - 7 de mayo de 2011.
Golfista profesional de 1974 a 2007.
2 Masters de Augusta: 1980, 1983. Y dos segundos puestos, un tercero, un cuarto, un quinto y un séptimo.
3 Abiertos Británicos: 1979, 1984, 1988. Y un segundo puesto, y un sexto, y un noveno.
3º, 4º y 5º en el Abierto de Estados Unidos.
5º y 10º en el Cto. de la PGA.
5 Ryder Cup: 1985, 1987, 1989 y 1995.
5 Mundiales Match Play: 1981, 1982, 1984, 1985, 1991.
2 Copas Mundiales de Golf con España: 1976, 1977.
6 Órdenes del mérito del Circuito Europeo: 1976, 1977, 1978, 1986, 1988, y 1991.
50 títulos en el Circuito Europeo.
9 títulos en el PGA Tour (Circuito de Estados Unidos).
pamplona - Hoy se cumplen 35 años de la génesis de un mito. Severiano Ballesteros, un fornido chavalote cántabro de 23 años, se enfundaba la chaqueta verde del Masters de Augusta, el galardón más preciado del golf profesional.
En España, donde en los años 70 el golf le sonaba al gran público casi como el polo o el pentatlón moderno -algo elitista, restringido, para millonetis (aunque Seve, como tantos otros antes y después, había entrado por la puerta de atrás, empezando de caddie)-, Ballesteros tuvo la popularidad de todo español que triunfa en el extranjero, aunque sea en un deporte raruno, pero para entender de verdad el fenómeno Seve (o Sevvy, que decían en Estados Unidos) hay que saber que lo querían y admiraban mucho más en el mundo anglosajón.
Si a los aficionados de las islas británicas ya se los había metido en el bolsillo con dos actuaciones memorables en otro major, el Open Británico -segundo en 1976, con apenas 18 añitos, y campeón en 1979-, en Augusta le entró por el ojo al entendido público estadounidense, que se rindió para siempre a su magia. Y ésta era su costumbre de meterse en líos casi en cada hoyo -lo de ir por las calles no era lo suyo-, y de solucionarlo después con golpes sorprendentes, inverosímiles, geniales.
En el Masters de Augusta de 1980, fue el protagonista indiscutible:
- Vencedor más joven de la historia -con 23 años y 4 días le arrebató el récord al mismísimo Jack Nicklaus (23 años y 4 meses) y lo mantuvo hasta que en 1987 se lo arrebató Tiger Woods (21 años y 104 días)-.
- Segundo extranjero que ganaba el Masters tras el sudafricano Player.
- Líder de principio a fin (en un grupo tras la primera ronda; en solitario a partir de la segunda; con 7 golpes de ventaja tras la tercera).
- Y un recorrido final memorable: del hoyo 10 al 14 se metió en sus típicos líos (pelotazo a un árbol, otra pelota al agua) y llegó a tener a sus rivales a solo dos golpes, pero en la recta final enderezó el rumbo para ganar por cuatro golpes sobre Newton y Gilbert.
En Estados Unidos, los elogios llegaron tanto desde la prensa como de los rivales, con frases como ésta: “Cuando madure, puede ser el mejor jugador de todas las épocas”. No llegó a serlo -el palmarés de Nicklaus, Woods, Player, Watson y alguno más es muy superior- pero, como decía entonces su rival Ben Crenshaw: “Es fabuloso para el golf y un placer verlo jugar”. Y en eso último quizás sí fue el mejor.