¿Quién es Leticia Acereda? Nadie, o casi, conocía a la primera navarra de la 53ª edición de la Behobia-San Sebastián. Y con razón. A sus 28 años, Leticia empezó a correr de forma regular solo hace cinco y, por supuesto, para ningún club.
Hasta hace prácticamente un mes, el atletismo no le suponía nada más allá de “un hobby”, algo que le “hacía sentir bien” y la liberaba de la rutina del día a día. La tudelana reconoce incluso que “no explotaba” su verdadero “potencial”, ya que “no hacía entrenamientos de calidad”. La Behobia, la reina de las carreras populares, supuso su estreno dorado en la gran competición.
“En el atletismo, de momento, no se me conoce, aunque en las últimas carreras que he participado he logrado unas buenas posiciones e incluso en algunas ocasiones el podio”, subrayó Leticia Acereda.
Su condición de semidesconocida no se lo puso fácil. Reservados para las corredoras de más renombre, Acereda tuvo que arrancar la carrera desde el sexto cajón, es decir, su salida estaba programada para las 10.24 horas, 9 minutos después que las primeras, imposición que la obligó a competir “adelantando gente continuamente”.
Su 13ª posición general, su gran éxito, es “cosecha propia”, todo un ejemplo de constancia y de autodisciplina tutelada por la mano experta de su hermano Iván Acereda, atleta destacado del Pamplona Atlético, que puso en práctica su experiencia y sus estudios en educación física ofreciéndole a Leticia un plan específico de tres semanas con el objetivo de lograr “una marca mejor”.
“Mi hermano, que sí que está más metido en esto, me propuso intentar conseguir una marca mejor con un plan de entrenamientos personalizado. Lo hicimos y ha salido brutal”, afirmó la Leticia.
Y no solo ganó. Su marca de 1h.20:33 es extraordinaria incluso para una atleta experimentada, “un gran logro” según Acereda, todo un orgullo y una promesa de futuro para su hermano.
“La hora y veinte minutos era algo idílico. Solo si mi cuerpo iba a la perfección iba a salir la marca. Más contenta no puedo estar. Mi hermano está muy orgulloso y dice que puedo hacer más. Para mí se ha convertido en una especie de entrenador personal del atletismo”, explicó la atleta.
Aunque a día de hoy no haya recibido “ninguna llamada del resto de corredoras navarras” y sea el nombre de su hermano quien atraiga la mayoría de halagos, su emergencia es un hecho. Acereda ha progresado del desconocimiento en un tiempo récord y promete quedarse como consecuencia de una filosofía que la empuja a marcarse “unos objetivos y a luchar por ellos”.
“Yo soy muy cabezona, de las que digo que si me lo propongo, lo cumplo y doy el 100% y no hay vuelta atrás”, manifestó.
una vida centrada en el deporte Leticia Acereda es sinónimo de ejercicio físico. Siendo muy pequeña, comenzó practicando ballet, aunque su capacidad de adaptación la empujó poco después al patinaje y, finalmente, a la natación en el Arenas de Tudela durante 10 años.
Después de un pequeño impasse de tiempo durante su época universitaria, retomó el deporte con fuerza hasta acabar ligada a Ironcrowns, una comunidad -al estilo de Runnea donde desde hace poco colabora su hermano Iván- orientada a las mujeres deportistas de cualquier edad donde se tratan temas deportivos, de nutrición y de cuidados personales.
Se labor se centra en probar los diferentes productos de running que las marcas le envían, valorarlos en su blog Entre Cordones y promocionarlos a través de diversas fotografías y las redes sociales.
“Intentamos hacer ver que siendo mujer se puede hacer deporte. Nosotras también podemos llegar a todo, aunque haya veces que sea muy complicado. Tenemos que intentar dedicar 30 o 40 minutos al día a nosotras mismas para afrontar el día con mucha más energía”, afirmó Leticia Acereda.
Un propósito que la propia Acereda aplica a su vida, ya que según contó, ella también hace “mil cosas” como su trabajo, el yoga o el atletismo, forma de vida que dijo que quiere dar a conocer para que “sirva de ejemplo de que se puede llegar a todo si una se lo propone”.