El portero Sergey Hernández se encuentra ya totamente envuelto de la que llama “la burbuja olímpica”, además precisamente este sábado su selección, la española de balonmano, enfrenta su primer encuentro con Eslovenia. Para el navarro –a pesar de haber nacido en Rusia– son sus primeros Juegos y aunque en principio no jugará, dado que va de reserva, sabe que su función principal está fuera del campo, apoyando al equipo y entrenándose como uno más. 

¿Cómo le llega la noticia de que entraba en los Juegos Olímpicos aunque fuese como reserva? 

Pues la verdad que me llegó una semana antes de venir para la Villa, justo en el último entrenamiento en Noruega. 

Aun estando de reserva, ¿se queda usted dentro de la villa? Si es así, ¿cómo ve el ambiente ahí?

Sí, los reservas estamos también dentro de la Villa. Y hay de todo, zonas recreativas, bicis, el comedor... Está súper chulo. Por ejemplo, en el gimnasio, ves como entrenan otras modalidades a diferencia de lo que haces tú, tienes mil cosas para hacer... Bueno, aunque tampoco hay mucho tiempo, especialmente ahora en cuanto comiencen los partidos, pero es una experiencia única. 

¿Para usted qué supone estar en los Juegos? 

Un sueño. Para cualquier deportista su sueño es el poder ir a una olimpiada y vivir la experiencia dentro de la Villa. Incluso no jugando, la experiencia es increíble y única. 

Desde la posición que le han otorgado, ¿qué aspiraciones tiene? ¿Qué espera de los Juegos? 

Espero aportar al equipo en todo lo que pueda. Si en el día de mañana pasa algo a alguno de los porteros, que espero que no, ayudaré al equipo dentro de la pista, pero ahora mismo mi rol es fuera de la pista. Al final mi función es entrenar, estar ahí con el equipo, hacer vida normal en la Villa Olímpica como los que juegan. Aunque no juego, si el día de mañana pasa algo a alguno de los dos porteros, estoy yo preparado para ayudar al equipo en la convocatoria. 

En general, ¿cómo ve a la selección? 

Muy bien, muy motivada y concentrada. Es una competición que es cada cuatro años y es complicado llegar aquí. No todos los equipos tienen la oportunidad de llegar sino que son 12 selecciones de todo el mundo. Veo al equipo para ir a por el oro, es la única mentalidad que tenemos a día de hoy.  

"A día de hoy hay pocos porteros como Gonzalo y Corrales, así que confianza plena en ellos, para mí son de los mejores del mundo"

Sergey Hernández - Portero navarro de balonmano

Así como ve al equipo bien, usted que es portero, ¿ve de la misma forma la portería? 

Sí, sí, la portería está muy bien. Tanto Gonzalo Pérez de Vargas como Rodrigo Corrales son para mi top mundiales. A día de hoy hay pocos porteros al nivel de ellos, entonces les veo más que capacitados. Ya han jugado muchos torneos con la selección, con sus clubes y es la segunda olimpiada de los dos, así que confianza plena en ellos. Para mí son de los dos mejores del mundo.

Dado que son sus primeros Juegos, ¿ha notado la diferencia entre prepararse para cualquier otra competición internacional y prepararse para unos Juegos Olímpicos?  

Sí, claro. La olimpiada en fechas es mucho más tarde que otras. Además, en otras competiciones vienes rodeado del club y no hace falta hacer tanta preparación. Aquí tienes un mes y medio hasta que empieza el primer partido, así que sí que ha habido tres semanas de preparación bastante duras, tanto de físico como de táctica. 

"Una vez que llegas aquí sabes que hay un objetivo muy bonito que poca gente pude llegar a alcanzar y me siento un privilegiado"

Sergey Hernández - Portero navarro de balonmano

¿Y cómo ha vivido estas semanas de preparación tan duras? 

Bastante complicado. He estado en Alemania este año, mi primer año en Alemania, y jugando en la competición internacional más importante que es la Champions, entonces, el poder venir aquí sí que al principio se me hizo un poco duro en tema de cuerpo y mental. Tuvimos 8 días que fueron para descansar un poco del tema balonmano, pero claro sin dejar de pensar realmente en el balonmano. Pero, una vez que ya te metes en la burbuja olímpica, ya cambia todo y ya estoy muy bien. Una vez que llegas aquí sabes que hay un objetivo muy bonito que poca gente puede llegar a alcanzar y me considero un privilegiado. 

Bueno y, desligándonos un poco de los Juegos, ¿antes de las competiciones tiene algún tipo de manía, de amuleto o de costumbre? 

Lo único que hago es tocarme unos tatuajes que tengo en el cuerpo porque representan mucho mi vida. Cuando empieza el partido y suena el primer pitido me toco unas partes de mi cuerpo que significan gente importante en mi vida. 

Me podría contar un poco, cuando acaben los Juegos, ¿cuáles son sus próximos objetivos? Si es que piensa en ello. 

Un objetivo para mí es poder llegar a la final y ganar la Champions. Estuvimos este año bastante cerca pero perdimos en semifinales y se me ha quedado clavada una espina con no poder conseguir la Champions en mi primer año. Me hacía mucha ilusión, habría sido algo muy personal para mí, porque tenía muchos sueños con ello de tanto ver a mis compañeros. Entonces el poder llegar ahí y ganarla me haría muchísima, muchísima ilusión.