El valor de lo incalculable, de lo que no se puede medir, de lo que resulta de la apreciación subjetiva, aunque coincidamos con la opinión del que tengamos al lado en que se trata de algo excepcional. El Mercedes-Benz EQE SUV es un coche que te pone contra las cuerdas porque te hace formularte preguntas que puede que antes no te las hubieras planteado de igual modo, en su contenido o forma. Un vehículo totalmente eléctrico, con potencias entre 292 y 626 CV, velocidades máximas de 210 y 240 km/h, valores de par motor de 565 a 950 Nm, tracción trasera o a las cuatro ruedas 4Matic, un equipamiento de serie y en opción que permite configurar el coche de tus sueños –y, lo que es mejor todavía, el de los sueños de los ingenieros más audaces y entusiastas que te puedas imaginar- y con todo el lujo, confort, seguridad, diseño, conectividad, espacio y placer de conducción que se pueda desear. Vamos, lo habitual en un Mercedes de los grandes, pero en eléctrico.

Y se preguntarán qué es lo incalculable, lo no medible, lo sometido a la apreciación de cada cuál. Pues la belleza del diseño exterior, la exquisita terminación interior, con una calidad de materiales y armonía entre las formas y las funciones sencillamente espectacular; el espacio más que notable que le confieren sus 4,863 metros de largura y una distancia entre ejes de 3,030 metros, su considerable maletero de 520 litros y una facilidad y precisión en el manejo también dignas de admiración. Evidentemente, todo esto tiene un precio elevado, como no podría ser de otro modo, con tarifas situadas entre 91.629 y 131.059 euros. Lógicamente, el comprador actual se decanta mayoritariamente por la fórmula de adquisición mediante el pago de cuotas.

Con tarifas a partir de 91.629 euros, potencias de 292 a 626 CV y velocidades de 210 a 240 km/h, el EQE SUV es un eléctrico de superlujo

Un servidor se ha puesto a los mandos de la variante de acceso (EQE 350: 292 CV, 565 Nm, 210 km/h, 6,6 segundos en el paso de 0 a 100 km/h, pero con tracción a las cuatro ruedas 4Matic y aquí con 539 km de autonomía lugar de los 565 del 350+ con propulsión trasera, y una tarifa de 94.429 euros). Por encima quedan los 408 CV del EQE 500 4Matic, motor que en día probamos en el EQC y que es un auténtico cañón, y las variantes AMG de 476 y 626 CV, ya con una filosofía nítidamente deportiva. Está claro que por prestaciones, ya sea velocidad como aceleración, nadie va a plantear queja alguna, porque hay para dar y tomar.

Sin embargo, lo que distingue a este SUV vanguardista como pocos es la combinación entre el proverbial placer de conducción y confort de Mercedes con la sofisticación tecnológica más moderna y un diseño cuidado hasta el extremo. Iluminación interior al detalle, masaje en los asientos, reglajes eléctricos para cada elemento del puesto de conducción, calidad de sonido propia de una sala de conciertos (Sorround Burmester), información al milímetro con su sistema de navegación MBUX con realidad aumentada y una finura de funcionamiento sobresaliente hacen de la conducción todo un placer. Y una vez nos hayamos familiarizado con las interminables posibilidades de su conectividad, lo que nos llevará un tiempo, el nuevo EQE será una fuente inagotable de disfrute en su interior; algo que comienza cuando uno se adentra en su habitáculo y no puede ocultar la cara de admiración ante un entorno realmente fascinante.

Por encima de las frías cifras destacan el placer de conducción, la comodidad superlativa, el exquisito diseño y la sofisticación tecnológica

La facilidad de conducción y la precisión en el manejo son otras cualidades que convencen y hasta sorprenden un poco dadas las dimensiones y pesos de estos vehículos (por encima de los 2.400 kilogramos), aspecto a tener en cuenta a la hora de frenar, sobre todo porque, si uno se deja llevar por la soberbia aceleración de estos motores eléctricos, no debe olvidarse de que luego hay que parar.

Al final, la conclusión es que para poder valorar de la mejor manera posible un modelo de este nivel hay que atreverse a conducirlo, probarlo y adentrarse en una nueva generación de modelos de Mercedes, su gama EQE SUV, que representan un salto adelante. Son los coches del futuro, disponibles hoy en día, y concebidos para los conductores más exigentes, sibaritas y disfrutones. Qué envidia, sana, pero envidia.