Los eléctricos van ganando terreno. Es un proceso que está resultando más lento de lo que algunos tenían previsto, pero ya se sabe que los cambios siempre cuestan, además de que no se están dando todas las condiciones necesarias para que los modelos de cero emisiones se popularicen tan rápido como muchos creían que lo iban a hacer -falta infraestructura de recarga, los precios de los coches son elevados y el momento sociopolítico y económico genera incertidumbre-. Pero el cambio llega, puede que más lento de lo esperado, pero va calando entre conductores, compradores y usuarios.
Y un sector que siempre está dispuesto a innovar, a experimentar con lo nuevo y arriesgarse con lo alternativo, es el conductor joven y el de mediana edad, este último por aquello de que todavía se siente más próximo a las generaciones recientes. A este tipo de comprador es al que está llegando con un éxito incuestionable la marca Cupra. Tanto en sus variantes de combustión como en las híbridas enchufables y en las totalmente eléctricas, Cupra ha logrado convertirse en una firma de éxito. Su diseño atrevido, agresivo y rompedor, el estilo deportivo y con un cierto toque de elegancia, sumado a su apuesta por productos dotados de las tecnologías más avanzadas en todos los apartados, le están permitiendo crecer y acceder cada día a un mayor número de usuarios.
Cupra suma su segundo modelo totalmente eléctrico, el Tavascan, un SUV con carrocería cupé y tamaño compacto que entusiasma
Esto, unido a un flujo de novedades que no paran de sucederse. Si hace unas semanas les informábamos en estas páginas del nuevo Terramar, ahora es el turno del Tavascan, el segundo modelo totalmente eléctrico de la marca, tras el Born, y el primero que suma a su condición de 100% eléctrico una carrocería de SUV y en formato cupé. La marca lo presenta destacando su “nuevo y llamativo lenguaje de diseño, con proporciones deportivas, y que rompe las reglas convencionales para una nueva generación de conductores. Combina a la perfección las prestaciones con la electrificación”. Cuenta con una versión de partida (desde 52.010 euros) de 286 CV y 540 Nm, ésta con propulsión trasera y motor posterior, un paso de 0 a 100 km/h en 6,8 segundos y 550 kilómetros de autonomía; así como una variante más prestacional, denominada VZ, (desde 65.060 euros) con tracción a las cuatro ruedas merced a sus dos motores, uno sobre cada eje, que en conjunto aportan 340 CV, los 540 Nm posteriores más 134 Nm delanteros, y permiten alcanzar los 100 km/h en 5,5 segundos, con una autonomía WLTP de 520 km. Ambas variantes comparten la batería de 77 kWh de capacidad neta y anuncian unos consumos medios de 15,2 a 16,8 kWh cada 100 kilómetros, con una velocidad máxima de 180 km/h. También es similar, lógicamente, la carrocería, cuyas cotas se cifran en 4,644 metros de largura, 1,861 de anchura, 1,597 de altura y una distancia entre ejes de 2,766 metros, siendo la capacidad del maletero de 540 litros.
Cuenta con potencias de 286 y 340 CV, propulsión trasera o tracción a las cuatro ruedas, elevadas prestaciones y un diseño y comportamiento especialmente deportivos
Como cabe deducir con estos datos, el nivel de prestaciones como eléctrico es más que satisfactorio, y a ello Cupra ha sumado un bastidor a la altura de las deportivas exigencias de sus compradores. A un potente equipo de frenada, ruedas de 19, 20 y 21 pulgadas de diámetro -con un diseño sencillamente espectacular y neumáticos en medidas 235 delante y 255 detrás-, el Tavascan suma suspensión delantera McPherson y trasera multibrazo, amortiguación deportiva, control de chasis adaptativo (DCC Sport) y sistema de dirección progresiva, además de hasta seis modos de conducción. Asimismo, la protección está asegurada con una lista interminable de asistencias a la conducción, como las de viaje conectado (toma datos de la Nube sobre el estado de las carreteras), de cambio de carril autónomo o aparcamiento autónomo y remoto, por citar las más llamativas.
Si por fuera cautiva, especialmente con su firma lumínica delantera y posterior, el interior, apunta Cupra, “es una obra de arquitectura gracias a la característica espina dorsal y a otros elementos como sus asientos deportivos tipo bucket, las discretas salidas del climatizador, casi invisibles, su moderno sistema de infoentretenimiento con pantalla de 38 centímetros o el equipo de sonido Sennheiser”, amén de acabados de gran calidad y una exquisita y sofisticada iluminación.
Con modelos como el Tavascan, fiel reproducción en serie del prototipo presentado en Fráncfort en 2019 como “el sueño de la marca”, Cupra traslada al mercado “la visión disruptiva y única de un futuro totalmente eléctrico y aporta un impulso exponencial para crear vehículos emocionantes que rompen las reglas convencionales y se dirigen a una nueva generación de los amantes de los automóviles que va más allá de los vehículos eléctricos de corte puramente racional”.