El sospechoso de haber robado y dañado alrededor de 2.000 piezas del Museo Británico de Londres "no está cooperando" en la investigación para recuperar los objetos perdidos, según ha revelado a la BBC el presidente de esa institución, George Osborne.

Una revisión independiente que se lleva actualmente a cabo para esclarecer la desaparición de los artefactos del museo ha generado varias recomendaciones destinadas a proteger las piezas de la colección, como elaborar inventarios con mayor frecuencia o identificar objetos que aún no están registrados.

El pasado agosto se hizo público que unas 2.000 piezas de la colección del museo, valoradas en millones de libras, se encontraban desaparecidas, robadas o dañadas y que la policía investigaba lo sucedido.

La institución despidió a un empleado, Peter Higgs, uno de los expertos del museo en la Grecia Antigua, especialista en escultura griega y el periodo helenístico, que llevaba treinta años trabajando en la institución y era uno de sus comisarios más veteranos, tras la detección de piezas robadas y dañadas.

El detenido niega cualquier irreularidad

El hombre ha negado haber cometido cualquier irregularidad y su familia defendió el pasado verano que es inocente y se encuentra destrozado por haber perdido su trabajo.

"Una de las cosas a cuyo fondo hemos de llegar es exactamente la motivación que tenía el individuo que creemos que fue responsable (del robo)", dijo hoy en declaraciones a la BBC el presidente del museo, George Osborne, quien agregó que el sospechoso "no ha estado hablando ni cooperando" en la investigación para esclarecer lo ocurrido.

La revisión externa estima que el supuesto ladrón se embolsó alrededor de 100.000 libras (116.000 euros) a lo largo de un periodo de 30 años, vendiendo objetos almacenados en el museo.

Algunos de esos artefactos, la mayoría de ellos no catalogados todavía en los archivos del centro, se llegaron a vender en plataformas de internet como eBay por apenas unas pocas libras.

Entre algunas de las piezas sustraídas, según indicó el museo, que atesora algunas de las colecciones arqueológicas más importantes del mundo, con amplias secciones dedicadas a Grecia y el Egipto faraónico, figuran artefactos de joyería hechos de oro, piedras semipreciosas y objetos de vidrio datados hasta el siglo XV a.C.

"Somos víctimas de un trabajo que se ha hecho desde dentro (de la institución). Estamos decididos a aprender las lecciones, asegurarnos de que la colección se encuentra segura y es más abierta, transparente", apuntó Osborne.

Según los hallazgos de la revisión a cargo de Nigel Boardman, la jefa de la Policía del Transporte Británico, Lucy D'Orsi, y el magistrado Ian Karet, de 651 objetos perdidos identificados por el museo, hasta la fecha 351 de ellos han sido devueltos.

Además, a aproximadamente 350 de esos artículos se les han quitado algunas partes, como monturas de oro para gemas y unos 140 han resultado dañados con marcas producidas por herramientas.